La Real se impone por la mínima al Sevilla

Hoy en el Gasca se jugaba un partido duro, intenso y donde ninguno de los dos iba a rehuir el choque sabiendo la importancia de los tres puntos que estaban en juego. Estar o no en la Copa de España era el objetivo. Casi nada.

Las bajas de última hora de Luis Tevenet, por compromisos laborales con el primer equipo sevillista y la del bosnio Meho Kodro, con molestias musculares, nos privaron de ver a dos futbolistas sensacionales, pero no por ello dejamos de disfrutar de un fantástico encuentro de Fútbol Indoor, marcado por la tensión, el pundonor y la calidad de los contendientes.

Este nuevo duelo vasco andaluz tras el empate de hace siete días entre verdiblancos y txuriurdines tendría tintes trágicos para el conjunto sevillista, pero eso se lo contamos ahora.

El partido comenzó movido, con un Cuyami que adelantaba a los locales al segundo minuto , al que siguió otro más de Idiákez, inconmensurable toda la noche, como casi siempre. Pero el Sevilla no quería quedarse atrás y apretaron para conseguir el empate. Pero no sólo el empate, pues tres goles seguidos de los andaluces, les ponían con una merecida ventaja a tenor de lo que se estaba viendo sobre el césped del Gasca.

Al juego más pausado y de toque de los andaluces, La Real respondía un fútbol más de presión y de fuerza , que hacía que el partido fuera abierto. Los palos, en más de una ocasión y los porteros también jugaron e hicieron paradas para recordar.

Tuvo que ser en un en error defensivo del Sevilla, cuando un batallador Cuyami aprovechara la concesión para empaar el encuentro y nuevamente Iñigo Idiákez adelantaba a los vascos al filo del descanso, en bonita jugada personal ante la que nada pudieron hacer los defensas sevillistas.

La segunda parte se inició con gol de Luis Pérez, pero después de este tanto, el Sevilla hizo lo que más le gusta, jugar al fútbol que ellos saben. Se adueñaron de la pelota y tomó la iniciativa del encuentro, que se cortó cuando Silva, portero sevillista se golpeó en su hombro y tuvo que ser atendido por los médicos. Este parón hizo crecer a la Real, pero no demasiado, pues a falta de siete minutos para la conclusión del partido un gol de Tomás establecía el siete a ocho para los sevillistas y la posibilidad de estar en la Copa de España.

Parecía el partido acabado, pero nuevamente la Real tiró de lo que mejor saben hacer, que es pelear hasta el último momento hasta conseguir dar la vuelta al partido. Los últimos instantes fueron de emoción, nerviosismo y llegadas constantes del Sevilla, pero el marcador no varió más.

Con esta victoria, la Real sigue soñando con la Copa, mientras que el Sevilla ya no depende de sí mismo para entrar en ella.