Golf | Masters de Augusta (1ª jornada)
Watson saca la magia ante el Tiger de siempre
Poker de líderes. Woods, al acecho
Polo gris a rayas. Gesto serio aunque reaccionando a los estímulos positivos del público. Primera conclusión: Tiger Woods parece más humano. Con el corazón en un puño y, con el otro, estrenando su nuevo driver Nike, Tiger arrancó ayer su nueva vida con un sólido par al hoyo 1. Minutos después, tras hacerle birdie al 3 con un putt de un metro, a Tiger se le esbozó el primer síntoma de alivio. Recogió la bola del hoyo cerrando los ojos y, colocándose la gorra, se puso a caminar. Bajo par y a por todas, como en el 8, con un eagle de otra galaxia, o el hook en el 9 para otro birdie magnífico.
De Woods a Watson. De uno que vuelve a un maestro que no se ha ido nunca. Con 59 años estuvo a punto de ganar su quinto Open Británico. Ayer, con los 60 cumplidos, el viejo Tom arrastró al público desde el hoyo uno. Hizo 67 golpes, cinco bajo par, sin bogeys, y con una media menor en calles atrapadas (mucho rough desde el tee) que nos da la clave de su éxito: gran mejora en el approach y certero con el putter. Watson culminó su gran jueves con un tirazo de hierro 7 en el 16. Liderato que remató haciendo el birdie en el 18 embocando desde cerca.
Durante el mediodía en Georgia, los grandes aspirantes se dedicaron a asustar y a cometer pocos errores: grandes putts de Westwood, uno enorme embocado por Kim en el 9, tirazo de Els en el 11 para dejarla al lado del hoyo con viento de costado... Se colocaron en números rojos, bajo par, lo mínimo exigible en una ronda inicial que nunca le dará a nadie un Masters pero que se lo quitará a mucha gente. El poker de líderes era de lujo: Watson, Westwood, Mickelson y Yang, aquel coreano que le birló el PGA 2009 al antiguo Tiger.