Golf | Masters de Augusta
El retorno del 'Tigre'
Woods vuelve hoy a las 19:42 horas en el Masters de Augusta
Ha pasado un año desde que Tiger Woods acabara sexto en el Masters de 2009. Una temporada y cuatro meses de escándalos después, Tiger regresa a Augusta con rivales distintos. Antes lo eran Cabrera (defensor de la chaqueta verde), Mickelson, Els, Stricker, Furyk y muchos otros. Hoy, el rival de Tiger es Tiger: Woods vs. Woods. "Todo lo que he ganado no compensa el daño que he hecho a mi familia", ha dicho. Ni los 14 majors que tiene en su palmarés le quitan las penas del arrepentimiento.
El golf -deporte tan magnífico como la más bella mujer que haya podido sucumbir a los encantos de Tiger- le da la oportunidad al mejor golfista del planeta de seguir persiguiendo una obsesión sin cura: los 18 majors de Jack Nicklaus. Woods no gana en Augusta desde 2005. Demasiado tiempo.
Woods no compite (y gana) desde mediados de noviembre (Masters de Australia). Desde entonces poco se sabe de su juego. Sí que se le ve visiblemente menos musculado que en 2009 y que ha pulido la solidez de su swing con Hank Haney, su gurú de cabecera. El Augusta National no es un campo que suela perdonar, así que su rendimiento es una incógnita. Sus rivales abren el horizonte a cualquier estado de forma de Tiger. Su altísimo nivel en el juego corto le pone, de primeras, en las quinielas. Porque si algo da la gloria en el Masters es el toque alrededor del green.
Sería injusto olvidar en esta previa del Masters a los que durante este largo invierno sin Eldrick han mantenido el tipo y las audiencias. A Stricker (un triunfo en 2010) le han faltado unos meses para atrapar a Tiger en el ranking. Éste puede ser su Masters; también el de Mickelson (a cero en 2010). Y quién no apostaría por el revivido Ernie Els, doble vencedor en este arranque de curso.
Es año de Ryder y a los europeos se les pone cara de depredadores. Westwood y Casey lideran la versión británica y Jiménez, único español triunfante en 2010 (Dubai), la romántica. El gran pegador Álvaro Quirós la puede romper y de Sergio, como él mismo reconoce, hay pocas esperanzas, aunque en el golf nunca se sabe. Lo único cierto es que el mejor ha vuelto. Un Tigre anda suelto.