Canadá vence a Eslovaquia y se medirá en la final a EE UU

Canadienses y eslovacos comenzaron el segundo encuentro de estas semifinales olímpicas, sabiendo que los americanos esperaban el domingo al ganador de este partido, con la medalla de oro juego.

Los eslovacos comenzaron presionando muy arriba sobre salida de zona canadiense, complicándoles la vida bastante a los anfitriones en su tránsito por la neutral. Ninguno de los dos llegaron con ocasiones de calidad ante las porterías rivales y pronto se vería que Canadá sufría más de lo esperado con la propuesta planteada por Jan Filc, entrenador eslovaco.

En una jugada suelta, Shea Weber envió desde la azul hacia la portería eslovaca, encontrando el stick de Patrick Marleau por el camino, desviando la pastilla el fondo de la portería de Jaro Halak. El gol necesitó de revisión de video ya que había dudas acerca de la altura del palo de Marleau a la hora de desviar el caucho. Los árbitros terminaron dando el gol por válido, adelantándose los locales en el marcador 1-0.

Intentó responder Eslovaquia de manera muy tímida, pero enseguida Canadá volvería a golpear, de nuevo con otro disparo desde los 20 metros en esta ocasión de Chris Pronger con otro tooque oportuno ahora de Brenden Morrow -el mejor de los canadienses hoy con diferencia-.

Los europeos estaban sufriendo con el tráfico que sus rivales situaban delante de su portero. Los de la hoja de arce, con muy poquito se habían puesto dos goles arriba. Los eslovacos a buen seguro se estarían preguntando qué habían hecho para merecer un resultado tan severo, aunque bien es cierto que llegados el primer descanso, la estadística de los disparos era claramente favorable a los canadienses por 10 a 4.

Nada más comenzar el segundo, Doughty fue sancionado por enganchón. Los eslovacos por fin podían mostrar sus equipos especiales, los mejores de toda la competición, tanto atacando con uno más, como defendiendo con uno menos. Pero el conjunto que dirige Mike Babcock neutralizó bien los dos minutos de superioridad eslovacos.

Casi a continuación fue el gigantón capitán eslovaco Zdeno Chara quien se sentaría por exclusión en el congelador, pero tampoco los canadienses anduvieron finos con el hombre de ventaja.

Los eslovacos fueron ralentizando el partido poco a poco y fueron encontrando el marco de Luongo con contras muy peligrosas. Aún así, Canadá seguía disparando sobre Halak a la mínima ocasión que tenían.

En una jugada absurda, detrás de portería contraria y a 60 metros de la suya, Richard Zednik agarró el stick de un contrario, costándole la exclusión. En el correspondiente powerplay, Morrow volvió a meterle en un lío a Halak con una pantalla, lo que aprovechó Perry para disparar y provocar el rebote tras parada del portero eslovaco. El rechace fue jugoso y lo aprovechó Getzlaf para lograr el 3-0 canadiense. Con ese resultado se llegaría al segundo descanso.

Al comienzo del tercero, los eslovacos intentaron mantener cierta presión ofensiva sobre la zona defensiva local, consiguiendo meter en más y más aprietos a la retaguardia canadiense, obligándoles en ocasiones a jugar de espaldas en las esquinas y sin apenas dejar espacio para maniobrar.

De esta manera llegaría el primer gol eslovaco, cuando aún restaban 8:35 para terminar el tercero en un fallo de Luongo al cerrar su poste izquierdo. El aparentemente inocente envío de Visnosvsky golpeó sobre la guarda izquierda del portero de los Canucks y terminó cruzando la línea. Gol flojito que se dice en la jerga "hockeystica".

El gol eslovaco pareció dar nuevos bríos a los de Jan Flic. Supieron mantener una presión sostenida sobre el marco de Luongo en una gran secuencia ofensiva, con jugada de Zednik rodeando la trasera, obligando a Luongo a intervenir. El rechace fue "voleado" por Handzus para el 3-2. De repente y sin esperarlo nadie, restaban todavía casi 5 minutos y había partido, vaya si lo había...

Los eslovacos se tiraron a tumba abierta sobre la portería canadiense. A la defensa local la empezó a temblar las piernas. Luongo y Canadá sufrían lo que no estaba escrito. Flic quitó a Halak a falta de un minuto para terminar, jugándose el todo por el todo con seis patinadores y el marco vacío. Los de la hoja de arce perseguían sombras de mala manera y si no es por Luongo y seamos sinceros, esa fortuna que acompaña a Canadá en momentos cruciales, lo más lógico es que nos hubiéramos ido al tiempo suplementario.

Eslovaquia fue un digno semifinalista que aún puede colgarse la medalla de bronce. Se medirá ante Finlandia, -que dejaron una paupérrima imagen en la primera semifinal ante los EEUU-, en el encuentro por el tercer y cuarto puesto.

Canadá por su parte, se verá las caras con los EEUU por segunda ocasión en estos Juegos. En la primera, los americanos ganaron y ganaron bien a los anfitriones con Ron Wilson demostrando a los que le critican en Toronto, que cuando tiene buenos jugadores, es un gran entrenador. Mike Babcock -jefe del banquillo canadiense-, debería ver cómo puede corregir cierto pánico que ronda entre algunos de sus defensas cuando las cosas se complican. No es de recibo que un conjunto plagado de estrellas NHL, no sepa a qué jugar cuando se va ganando por 3 a 0 y con mucho tiempo aún por delante. Eso y que Sidney Crosby aparezca. Lo necesita él y le necesita su equipo.