Suiza sorprende a Noruega en la prórroga

Suiza le complicó muy mucho la vida a Canada, en un encuentro en el que los anfitriones necesitaron de los penaltis para imponerse tras empatar a dos en el tiempo reglamentado y prórroga. De Noruega, nos quedamos sin duda con el excelente trabajo de su portero Pal Grotnes durante el primer periodo de su enfrentamiento, también ante los anfitriones en el que los dejó a cero.

Los suizos salieron volcados desde el saque inicial. Fruto de esa presión, provocaron un lanzamiento de penalty (el primero señalizado en estos Juegos), a los 58 segundos cuando un defensa noruego colocó su mano sobre el disco en el área del portero. Domenichelli, -el canadiense nacionalizado suizo que milita en el Lugano- no pudo convertir, pero 5 segundos después de reanudarse el juego tras el fallo en el penalty, Sprunger adelantaría a los helvéticos tras asistencia, precisamente de Dominachelli para conseguir el 1-0.

Los noruegos a continuación pudieron jugar con doble power-play 5 contra 3, merced a una penalización del suizo de descendencia española Rafael Díaz cuando ya tenían a un compañero en el "congelador". Por desgracia para ellos, no supieron sacar provecho de tan magnífica ocasión. Es más, Grotens le robó un mano-a-mano a Peterlini que bien podía haber significado el 2 a 0.

Las ocasiones se fueron alternando por parte de ambos combinados, hasta que en una jugada Suiza no supo salir de su zona, circunstancia que fue aprovechada por Tore Vikingstad para igualar de reverso, tras una buena maniobra sorteando a Hiller. Con empate a uno se llegaría al primer descanso.

El segundo parcial se jugó de poder a poder, con los dos equipos intercambiando ocasiones de gol e infracciones, con sus correspondientes exclusiones temporales. Los noruegos aprovecharon una sanción sobre el "español" Rafael Díaz para adelantarse por primera vez en el torneo, gracias al power-play con gol de Mads Hansen de disparo desde la línea azul.

Suiza encontró rápido la manera de replicar a ese gol noruego por medio de un gran disparo de Roman Wick, equilibrando de nuevo el marcador. Los helvéticos volvieron a encontrar el fondo de la porteria noruega por medio de Raffaele Sannitz que desvío un disparo de Mathias Seger, para ponerse por delante 3 a 2. Los noruegos no se desanimaron y a falta de poco más de un minuto para llegar al segundo descanso, una gran jugada de Zuccarello Assen fue finalizada por Vikingstad -su segundo de la tarde-, poniendo de nuevo las tablas en el luminoso. Noruegos y suizos estaban brindándonos un muy entretenido partido de hockey hielo.

Era evidente que Jonas Hiller, no era el mismo portero contra el que los canadienses se frustraron una y otra vez. En 40 minutos de juego y en tan solo 12 disparos recibidos, ya había encajado 3 goles. Poco que ver con su soberbia actuación del miércoles.

En el tercero, el ritmo ya no fue el mismo que durante los dos primeros periodos. Ambos equipos no salían con tanta alegría al ataque y si lo hacían, vigilaban muy mucho guardarse las espaldas con un par de defensores evitándose posibles sorpresas en el juego de transición. Precisamente en una de esas transiciones. El banquillo noruego fue sancionado de manera muy rigurosa, por ejecutar mal un cambio al vuelo - seis en pista-. No desaprovecharon la ocasión los suizos que en el power play se volverían a adelantar gracias al tanto de Blindenbacher, tras magnífica asistenicade Wick.

Con 4 a 3 para Suiza, aún restaban 10 minutos en los que podía suceder cualquier cosa. Y vaya si sucedió. A falta de 7 minutos y 40 segundos, Hiller se dejó robar la cartera en la trasera por Patrick Thoresen. Éste, vió perfectamente libre de marca a Tore Vikingstad, quien con suma facilidad embocaba a puerta vacía su tercer gol del encuentro logrando el "hat-trick". Empate a cuatro y de nuevo el ritual del hockey hielo cada vez que alguien firma un "hat-trick": gorras lanzadas al hielo en honor al triplete del jugador noruego.

El tiempo añadido comenzó con susto para la portería de Hiller que impidió a Vikingstad su cuarto de la tarde y lo que hubiera sido el gol de oro para Noruega. La muerte súbita continuó desarrollándose con ocasiones por parte de ambos conjuntos, resueltas bien por los dos porteros, hasta que a los dos minutos y medio, RomanoLemm iba a convertirse en el héroe helvético al batir a Grotnes consiguiendo de esta manera el gol de oro y por tanto, la primera victoria para los suyos.