Canadá: el hockey hielo es cuestión de estado

Decía Berti Vogts, mítico lateral derecho y posteriormente seleccionador de fútbol de Alemania, respondiendo a una pregunta acerca de la presión, que si querían ver lo que era presión de verdad, que se fueran a Canadá y observaran detenidamente con lo que el entrenador nacional de hockey hielo tenía que lidiar cada vez que se acercaba un torneo grande. Vogts, gran aficionado al hockey, sabía de lo que hablaba.

Estos Juegos de Vancouver tienen todos los ingredientes para que se conviertan en el mejor torneo de hockey hielo que se haya visto jamás. Y además se disputan en Canadá, donde el hockey hielo es algo más que un deporte. Es una forma de vivir. Canadá sin el hockey no se entiende, ni por supuesto el hockey sin Canadá...

Aquí, con la excepción del gran Steve Nash (base de los Phoenix), no se juega al baloncesto en las canchas públicas. Aquí el playground es el patio que tiene cada casa en la parte trasera, donde un manguerazo bien dado antes de irse uno a dormir garantiza una magnífica capa de hielo a la mañana siguiente. De esta manera aprendieron los más grandes. Los míticos Howe, Richard, Beliveau, Esposito, Lafleur, el gran Wayne Gretzky y por supuesto, el nuevo chico de oro del hockey canadiense: Sidney Crosby.

En Canadá todo lo que rodea al hockey da paso a un debate. Desde si el portero titular debe ser o no Roberto Luongo, guardameta que cuenta con el favor y fervor local, por aquello de que defiende el marco de los Vancouver Canucks, o si por el contrario debería ser el veterano Martin Brodeur, portero con el que los canadienses consiguieron el oro en Salt Lake'02 y con tres anillos de campeón en la NHL.

A los canadienses no se les escapa que esta es una ocasión magnífica de poder demostrar al mundo que los inventores del hockey vuelven a ser los mejores. Anoche iniciaron el camino contra Noruega.