"Nos ponen circuitos salvajes, de PlayStation"

Su convocatoria llegó a última hora. ¿Siente que le ha tocado la lotería?

Sí, estaba parado, sin entrenarme, hasta que recibí una llamada de la Federación. Me dijeron que me preparara, que tenía opciones de ir convocado. He pasado un año muy malo, repleto de lesiones en el maldito hombro, pero mi puntuación en la Copa del Mundo ha hecho que entrara de carambola. Ahora estoy bien y con muchísimas ganas.

O sea, que llega en su mejor momento.

Sí. Estoy mejor que en Turín. Allí finalicé cuarto, pero me faltaba fuerza al no poder utilizar un hombro (lo tenía inmovilizado). El problema que puedo tener en Vancouver son las caídas. Un trompazo podría significar el abandono, porque tengo la clavícula débil.

Si dice que está mejor que en Turín y allí finalizó cuarto, su objetivo será la medalla ¿no?

Voy a ganar. Si no pensara así, me quedaría en casa. Considero que tengo experiencia. El problema es que tengo un número de dorsal alto y tendré que salir con la nieve más blanda, a última hora. Eso resta velocidad.

Usted compite en snowboard cross. ¿Cómo son los circuitos y qué peligros conllevan?

Son salvajes. Los organizadores sólo buscan el impacto. Son de PlayStation. Ya llevamos dos muertos en la historia de este deporte, y en una prueba reciente un corredor se perforó la vena aorta con una costilla. Al final, lograron salvarle la vida.

¿Ha visto ya el de Vancouver?

No, todos lo desconocemos. Sabemos que la nieve será artificial porque han tenido problemas y que a última hora estará muy blanda. Mis compañeros han estado estos días entrenándose en Granada. Pero yo no fui. A falta de una semana para competir no vale nada. Preferí viajar antes y aclimatarme mejor.

En su deporte hay cantera. Mire Queralt Castellet, la abanderada...

Hay talento y tiene que explotar aún más. Lo que pasa es que los deportistas de ahora no valoran tanto las cosas. Yo abrí el camino y ellos lo tienen casi todo.