"Hemos dado a conocer los Pirineos en tres días"

¿Cuándo se le enciende la luz para lanzarse al proyecto olímpico de 2022?

No me lo planteé hasta que el panorama español quedó abierto. Mientras Madrid estaba compitiendo, la apoyé. Cuando el panorama se abre, yo pregunto y me dicen que es posible.

¿Pero quién fue el primero en planteárselo?

Yo. Aunque no hice caso hasta que no vi que era posible.

¿Y con quién habló?

Primero con el Comité Olímpico Español, que es quien va a decidir y a analizar. De ahí saqué la conclusión de que era factible e, incluso, positivo. De cara a los Juegos de Invierno, ¿eh? Los de verano ya los organizamos y fue un orgullo. Es un escenario que, aunque deseable, deja de tener sentido porque a quien le toca es a Madrid. Y una vez pasó el 2 de octubre, nuestra idea cobró sentido.

¿Y no es un contrasentido que una ciudad mediterránea opte a los Juegos de Invierno? ¿Cómo pueden venderse?

Explicando una realidad poco conocida en el mundo. Mostrando que esta ciudad vinculada al mar tiene montaña.

¿Qué instalaciones están en su cabeza? ¿Hay ya proyecto?

No. Estamos en el punto cero. Sólo hemos hecho explícito el objetivo, porque hay un recorrido de doce años. Todo el deporte español tiene que avanzar mucho en nieve y hielo. Con Barcelona, surge una magnífica plataforma. En el 92 se dio un salto adelante. Me gustaría que esto sirviera para volver a darlo en deportes de invierno.

Que Lissavetzky sugiera una candidatura junto a Zaragoza indica claramente qué es lo que prefiere el Gobierno. ¿Esa posibilidad no se la plantean?

En las distancias, no tanto en kilómetros como en tiempo, constatamos que hay límites. La intención de aunar voluntades es encomiable, pero hay Pirineos que quedan demasiado lejos de Zaragoza o de Barcelona. Más allá de tres horas, no tiene sentido.

Quieren los Juegos, deporte. Pero por otro lado parece que presentan su candidatura para impulsar la economía. ¿Qué porcentaje hay de cada lado?

Los Juegos a mí me tienen que servir para desarrollar la estrategia de la Barcelona del futuro. Los Juegos no son la agenda de Barcelona, pero pueden ayudar muchísimo a nuestra gente. En este sentido hay un proyecto de ciudad y de conexión con los Pirineos, donde nunca se han celebrado. En tres días, unidos a Barcelona, los Pirineos se han dado a conocer más que en toda una vida. Te puedes bañar en el Mediterráneo y esquiar en hora y media. Y ahora, el mundo eso no lo conoce.

¿Podrá convencer de que van a ser unos Juegos de España?

Barcelona es la mejor plataforma para ganar en el mundo. Y esto es importante para España. El COE fue fundado en Barcelona, somos la capital del deporte de este país, por motivos históricos y de presente. No hay que confundir cosas. Espero que, quien decide, no analice la españolidad de las ciudades. Utilizamos y utilizaremos el marco que hemos decidido tener. Barcelona juega en la liga española, que tendrá que decidir qué ciudad presenta al mundo.

¿Ahora que usted está en la carrera, animaría sinceramente al alcalde de Madrid a seguir?

Entiendo que Gallardón reflexione, porque le he visto partirse la cara. Tienen experiencia y el mejor dossier. Pero volver a movilizar la ilusión no es un tema menor. ¿Que si perjudicarían? Invierno y verano son diferentes para el olimpismo. Caminos diferentes. Por nosotros, que Madrid no se preocupe.