Primero fueron unas fotos comprometedoras enviadas a los presidentes de las federaciones nacionales y al Comité Olímpico, que Antonio Esteban salvó como algo concerniente a su vida privada, como una encerrona previa a su reelección como presidente de la Federación de Gimnasia. Ahora, una fuente anónima ha remitido facturas y el informe de una auditoría interna que vuelven a comprometer la honestidad del presidente, que pagó en varios locales de alterne de Madrid (Chelsea II y otro facturado como la sociedad limitada Gerestal) con la tarjeta Visa de la Federación Española.
Ese gasto fue detectado por el Consejo Superior de Deportes, que dio la alarma y el propio Esteban reintegró el dinero en la cuenta de la Federación: 2.452,91 euros. Sin embargo, para algunos de sus directivos actuales, existe un doble problema: las fotos y los embustes. "En la Asamblea de 2007 alguien le preguntó por ese gasto tan personal y nos mintió. Dijo que había sido sólo una vez y para arreglar un pinchazo, porque no llevaba su tarjeta", afirma Concepción Rico, vicepresidenta de la Española: "Todo esto hace mucho daño a un deporte de jóvenes y genera un caos. Sólo me viene a la cabeza lo que puedan pensar las niñas de las selecciones cuando hayan visto esas fotos y la actitud del presidente". Fernando Nieto, vicepresidente del área económica, asegura que él recuerda explicaciones "sobre un único pago" y evita otros comentarios "porque sólo llevo dos meses en el cargo".
Mientras, Angelo Madroñal, presidente de la Andaluza, advierte que su Federación "está sopesando no acudir a ningún acto institucional con Esteban mientras no ofrezca una explicación razonable".
Para el presidente del COE, Alejandro Blanco, "el que se esconde detrás de un anónimo es un canalla", pero dejó entrever ya hace unos días que la situación era "compleja".