TOROS | FERIA DE SAN ANTOLÍN
Lío gordo de El Fandi
El matador de toros David Fandila El Fandi ha salido en hombros en el tercer festejo de la Feria de San Antolín de Palencia, en el que gustó una corrida completa de Juan Pedro Domecq por su transmisión y durabilidad, excepto el cuarto que fue más justito de raza. Destacó El Fandi, que cortó tres orejas y se proclamó el triunfador de la tarde. También fue notable la labor de Francisco Rivera Ordóñez en el primero de su lote. Paseó una oreja del quinto.
El Fandi formó un lío gordo al sexto, en el que destacó un cuarto par pedido por unaminidad por el respetable y en el que el torero cambió el viaje del toro dejándolo galopar sin quebarlo. Un toro de galope y muy buen son, que repitió con emoción en las telas del granadino. Faena vibrante en la que El Fandi siempre dejó lucir al toro. Dos orejas. El andaluz recibió al primero de su lote con dos largas cambiadas en el tercio y remató con una media muy acompasada a la que el toro respondió muy bien. Lo dejó crudito en varas. El de Juan Pedro mostró fijeza y prontitud en banderillas. El inicio de faena rodilla en tierra ayudó a que el público se diera cuenta de la transmisión de la faena. La mejor virtud del toro fue que humilló y Fandi supo aprovecharse poniéndosela siempre muy bien y con mucha voluntad. El público le pidió con fuerza la segunda oreja.
Rivera Ordóñez instrumentó un lucido remate de mano baja al primero de su lote, un toro que estuvo sin definir en los primeros tercios y que marcó querencias dando síntomas tras estar muy entero tras el puyazo. Trató de ayudar a romper para adelante el torero en la tanda de inicio cogiéndole muy bien el aire. Las tandas por el pitón derecho rompían a partir del segundo muletazo yendo a más en profundidad. El fallo a espadas le privó de pasear un trofeo. El quinto enseñaba más la cara por delante y Rivera Ordóñez entusiasmó al público en banderillas. El de Juan Pedro iba largo por los dos pitones con empuje y recorrido. Rivera optó por diseñar la faena en el tercio. Tras dejar una estocada trasera, le cortó una oreja.
Respondió bien por los dos pitones el primer toro de Juan Pedro Domecq en el saludo a la verónica de El Cordobés, que incluso se vino arriba después del puyazo. Al torero le costó un poco cogerle la velocidad en las primeras tandas porque el toro lo quería todo por abajo y largo. A medida que avanzó la faena acortó distancias y tiró de recursos llegando más a los tendidos por el pitón izquierdo. Tras pinchazo y estocada, recibió una ovación con saludos. El cuarto fue el más justito de raza del encierro, un toro jabonero y noble, pero al que le sobraron kilos. El Cordobés estuvo desconfiado y sin apreturas, aunque bien es cierto que al toro que al toro le faltó siempre el final de muletazo.