Blanka Vlasic se confirma como reina de la altura

La croata Blanka Vlasic se confirmó hoy nueva reina de la altura al derrotar en una final de infarto en el Mundial de Berlín a la rusa Anna Chicherova, que se llevó la plata, y su acérrima rival, la alemana Ariane Friedrich, que tuvo que conformarse con la medalla de bronce, mientras que la española Ruth Beitia fue quinta.

Vlasic, Chicherova y Beitia entraron a la competición con una altura de 1,87, que superaron sin problemas. Friedrich sólo empezó con 1,92, superando esa marca con absoluta soltura y en medio del júbilo de los espectadores en el Estadio Olímpico de Berlín. Al llegar a 1,96 Vlasic pasó el rasero sin problemas en el primer intento mientras que Friedrich prefirió dejar de lado esa altura y volver a entrar en la competición ya en 1,99.

Para ese entonces ya estaban por fuera de la competición la rusa Elena Slesarenko, campeona olímpica en Atenas, y la francesa Melania Melfort, que no lograron superar los 1,96. Ya antes, se había quedado en la cuneta la estadounidense Ammy Acuff y la alemana Meike Kroger. Los 1,99 no fueron un problema para Friedrich, supero el rasero sin problemas. Vlasic toco el larguero pero logró pasarlo en el primer intento mientras que Ruth Beitia necesitó tres intentos para pasar a la siguiente ronda.

Al llegar al 2,02 sólo quedaban con vida Friedrich, Vlasic, Beitia, Chicherova y la italiana Antonietta di Martino. La lucha por las medallas había empezado y sólo Friedrich y Vlasic habían salto sin nulos.

Sin embargo, Friedrich falló en sus dos primeros intento en el 2,02, lo que a la postre le costaría la plata. Vlasic tuvo un nulo y luego paso la altura, Chicherova saltó sin fallos y Ruth Beitia y Di Martino se quedaron en la cuneta.

Con el rasero en 2,04 las tres competidoras que se disputaban el oro empezaron a fallar. Chicherova falló en sus tres intentos, Friedich en sus dos primeros y luego, cuando Vlasic superó el rasero en su último intento, la alemana se puso el larguero en 2,06 para jugársela toda en el último salto que le quedaba. La alemana lo apostó todo y perdió, aunque se quedó con el bronce y logró que todo el estadio la siguiera casi devotamente a lo largo de toda la competición.

Incluso en su último intento para saltar 2,02 le pidió silencio al estadio y el estadio guardó silencio. Cuando puso el rasero en 2,06 -su mejor marca personal- ya no le alcanzaron las fuerzas y dejó que Vlasic cobrará revancha de las cuatro derrotas que le había infligido en los últimos cinco enfrentamientos. Al final, con el oro ya asegurado, Vlasic intentó el récord del mundo pero falló en sus tres intentos.