Gatos y Mariners, a por el trono de la Superibérica

Rugby | Final Four de la Superibérica

Gatos y Mariners, a por el trono de la Superibérica

Gatos y Mariners, a por el trono de la Superibérica

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Los madrileños son favoritos pese a los precedentes.

Mariners y Gatos se miden hoy con la corona de la Superibérica en juego. Los dos primeros clasificados, con ventaja para los levantinos que han ganado los dos partidos que han jugado entre ellos, se baten en el Teresa Rivero. Los Mariners son el equipo más rodado, más hecho, más equipo. Los Gatos son la plantilla más amplia, más profunda, más versátil.

El peculiar técnico de los primeros, Bryce Bevin, se llevó al equipo a practicar yoga ayer al parque de El Retiro. La paz del espíritu del guerrero antes de la batalla. Dice que está todo preparado, que sus hombres están listos. Cuando finalice hoy la Superibérica, Bevin y el capitán Martín Acena emigrarán. Y quieren irse habiendo escrito su nombre en el arranque del palmarés de la SIR. Para ello han trabajado duro y sufrido mucho, como en la semifinal ante los animosos Almogavers. Enfrente unos Gatos que llegan escocidos por sus derrotas ante los levantinos. Quieren vengarlas y, como dice su técnico, Regis Sonnes, "el que importa es este partido, no los anteriores. Si ganamos la final no nos acordaremos de los dos primeros". Los Mariners llegan con la baja de George, lesionado en la semifinal, pero el resto del equipo estarán los fijos: al mando Acena, en la dirección el medio melé Quirelli, Burton de apertura, el pateo de Agustín Gómez y el Huracán Le Roux al acecho. Una receta ganadora montada por un Bryce Bevin que apuesta por la autogestión del grupo y del vestuario.

Triplete.

En Madrid los Gatos buscan el triplete para los jugadores del CRC (Liga, Copa y SIR). Un bloque amplio afilado por los Sempere, Feijoo y compañía en el que el técnico ha apostado por mantener las rotaciones incluso en la final. Pero saque a quien saque, los Gatos son el rival a batir. Juegan en Madrid, ante su gente, tienen a los internacionales descansados y su plantilla es de garantías. En delantera deberían tener superioridad, mientras en los tres cuartos son mejores. Pero los Mariners saben a lo que juegan, llegan lanzados a la final y quieren llevarse el trofeo a La Vila.