Horrillo salió del coma y el pelotón pide seguridad

Los doctores de los Hospitales Reunidos de Bérgamo sacaron ayer a Pedro Horrillo del coma que le indujeron el sábado, después de haber sufrido una caída de 60 metros por un barranco en el descenso de Culmine di San Pietro. Sin embargo, el corredor del Rabobank todavía sigue con respiración asistida y padece fracturas de fémur, costillas y vértebras.

Según el parte médico, "Horrillo continúa estable dentro de la gravedad, con traumatismo craneoencefálico y problemas pulmonares. Ha pasado una noche tranquila, pero sus condiciones de salud son críticas, por lo que se debe mantener un cauto optimismo". El vasco se encuentra en la zona de reanimación del complejo de Bérgamo, adonde han viajado su mujer y su padre.

Mientras, el pelotón disputó la novena etapa del Giro, conmocionado por el accidente de Horrillo. De hecho, los ciclistas lograron que la organización desechara los tiempos obtenidos y mantuviera la clasificación del sábado debido a que consideraban peligroso el recorrido por Milán. La idea fue de tres capos: Armstrong, Basso y Di Luca. A seis vueltas del final de la Milán Show 100, los corredores se plantaron. Di Luca, la maglia rosa, anunció lo siguiente micrófono en mano: "El circuito es una amenaza y no queremos más problemas de seguridad. Hay curvas con raíles de tranvía, aunque acabaremos la jornada". Angelo Zomegnan, director del Giro, respetó la decisión, sin compartirla.

Hoy, descanso.

Así que Mark Cavendish ganó al sprint y el resto se lo tomó con calma: anticipo del primer día de descanso oficial de la carrera, que toca hoy.