NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Josu Feijoo

"Seré el primer astronauta con diabetes y del Athletic"

Josu Feijoo, el primer diabético que ha conquistado el Everest y los dos Polos, fue retenido tres días en una mina de Indonesia tras coronar la Pirámide de Carstensz. Su próximo reto es viajar al Espacio en septiembre.

<b>CUMBRE. </b>Josu Feijoo y Jon Goikoetxea, en la Pirámide de Carstensz.

Ha coronado la Pirámide del Carstensz. Pues ya tiene seis de 'Las Siete Cumbres'.

Sí, ya sólo me falta el Aconcagua. El viaje fue movidito. Volví con rotura de fibras, con ocho kilos menos por una gastroenteritis y con la experiencia de haber sido retenido, que no secuestrado, tres días y dos noches.

¿Qué ocurrió esos días?

Para ir desde Timika a la Pirámide hay que caminar por una jungla seis días. Tras coronar, el 30 de abril, tres de los cuatro expedicionarios estábamos muy tocados: los norteamericanos John Rudolph y Jessie Álvarez y yo. Decidimos volver cruzando una mina de oro de propiedad estadounidense, por donde sólo tardaríamos cuatro horas.

¿Una zona peligrosa?

Sí. Ya nos habían avisado. Tuvimos la culpa de cruzar por donde no debíamos, pero hicimos un llamamiento a su humanidad y sólo recibimos hostilidad. El jefe de seguridad, David Michael, nos impidió el paso y nos instó a retroceder. Pero ya no podíamos regresar porque estábamos sin porteadores, sin comida, sin nada... Fuimos retenidos, enfermos y sin opción de llegar a la civilización. Hacia atrás no podíamos ir y hacia delante no nos dejaban. Nos dijeron: "Si os queréis quedar aquí, meteros en este contenedor y no salgáis. Si pasáis de este perímetro, tendréis problemas". Nos vigilaban unos indonesios a los que no pudimos sobornar. Para comer nos dieron algo de arroz y pollo, y dormíamos en un lugar muy sucio sobre cajas de cartón.

¿Cómo se resolvió todo?

Rudolph, que es un millonario de la lista de Forbes, hizo una gestión con mi móvil con dos senadores y con la secretaría de Estado de Hillary Clinton, y por fin nos pusieron un jeep.

¿Y su diabetes?

Mi vida depende de la insulina, siempre la llevo, pero se me había acabado la de larga duración. El jefe de seguridad, junto a dos indonesios armados, va y me dice: "¿Tú eres diabético? ¿Cuántas veces te pinchas al día?". Le respondí que cuatro y gritó: "¡Mentira!". Un machito...

Su próximo reto es viajar al Espacio. ¿Cómo puede alguien convertirse en astronauta?

Es un sueño de la infancia. A los Reyes Magos siempre les pedía un traje del Athletic y ser astronauta. Scaled Composites, ahora propiedad de Virgin, es la primera empresa privada con un cohete en el Espacio. Yo les enviaba e-mails y un día recibí respuesta del diseñador aeroespacial Burt Rutan: "¿Puedo hacer algo por ti?". Le respondí que quería ser astronauta y me dijo: "Si te pagas el combustible, sin problema". Así decidí ser el primer astronauta diabético y del Athletic. En septiembre partiré del desierto californiano de Mogave en una de sus naves.

¿Y cómo lo va a financiar?

Con patrocinadores. La financiación del sector diabético vendrá a cambio de someterme a tres experimentos médicos.

Ayudará a la investigación a la vez que cumple un sueño.

Sí, pero lo más importante vendrá a nivel social: que un diabético viaje al Espacio debería incluso cambiar la legislación española. La gente se preguntará: ¿Por qué un diabético puede ser astronauta y, sin embargo, tiene prohibido por ley ser piloto, policía o guarda forestal?