NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Montañismo | En el Himalaya

Edurne Pasaban partió hacia su duodécimo ochomil

El Kachenjunga, un difícil reto peligroso

<b>EL GRUPO. </b>Edurne, Oiarzabal, Latorre Egoecheaga e Izaguirre.
j. A. sorolla

Edurne Pasaban transmitía nervios y emoción momentos antes de tomar el avión en Barajas. Empezaba su duodécima gran aventura. La montañera vasca ha conquistado ya la cima de once de las catorce montañas que pasan de ochomil metros, las más altas del planeta.

"El Kachenjunga es, junto al K-2, la cumbre más difícil. Más que el Everest, por supuesto", sentencia Juanito Oiarzabal, 22 ochomiles en sus botas, experiencia sobrada para calificar. Y compañero de Edurne en la aventura, junto a Alex Chicón, que ya marchó un día antes para ir preparando el terreno, Asier Izaguirre, Ferrán Latorre y Jorge Egoecheaga.

El plan es montar el campamento base hacia el 15 de abril y en la primera quincena de mayo intentar hacer cumbre. "Es la época mejor del año. Si nos retrasamos se nos echará encima el monzón", explica Edurne, 35 años, guipuzcoana de Tolosa. "La principal dificultad del Kachenjunga es que hay que hacer los últimos mil metros el último día y de ellos la mitad son por encima de los ocho mil (la montaña mide 8.586), que se nota mucho. Y esa última ascensión es además muy complicada".

Edurne ya hizo el K-2 y salió de allí con congelaciones. Tuvieron que amputarle dos dedos de los pies. "Claro que me gustaría ser la primer mujer en completar los catorce ochomiles. Pero este un deporte de mucho riesgo. No me presiono. Ahora mismo lo que más me preocupa es volver a casa. Ojalá sea con la cumbre".