El regreso de Tiger no lo eclipsa ni el presidente Obama

Tiger Woods regresó en el Accenture Match Play, el primero de los torneos de las series mundiales y que empezó a enfrentar mano a mano en la pasada madrugada a los 64 mejores golfistas del mundo. Con él volvió la alegría a este deporte, a las pantallas de la televisión y a muchos clubes que han visto cómo han descendido sus ingresos porque sus miembros han perdido sus trabajos o les han recortado tanto los bonos que han decidido colgar temporalmente los palos de golf.El ambiente en el Ritz-Carlton Golf Club de Marana, en Arizona, fue ayer eléctrico desde muy temprano, cuando la policía levantó controles de carretera para dirigir el tráfico de los más madrugadores.

Las cadenas de televisión estadounidenses salpicaron las imágenes de Barack Obama en un discurso ante el Congreso con la llegada de Tiger al campo para participar en su primer torneo en ocho meses. El Golf Channel se olvidó por completo del resto de la competencia y fijó sus cámaras en Woods, sus movimientos, sus gestos y su rodilla izquierda, que pareció completamente recuperada después de tanto trabajo.

Welcome.

A los muchos "Welcome back, Tiger", de los espectadores, el número uno mundial respondió con una sonrisa y con un ligero saludo poniéndose la mano sobre su gorra. Y luego volvió la concentración habitual, las advertencias de la seguridad de que cualquier persona que gritara al maestro sería expulsada... y sus golpes profundos y lejanos. "Nunca había visto a tanta gente a su alrededor, y esto demuestra lo que Tiger significa para nuestro deporte", afirmó Phil Mickelson, uno de sus máximos rivales en los últimos años.