Rugby | VI Naciones
Gales venció a Inglaterra en una batalla de rugby
Y Escocia facilitó a Francia un incómodo triunfo.
En Uruguay tienen una expresión futbolera que es camisetear. Cuando un grande gana a un pequeño sin despeinarse, se afirma que le camiseteó. En rugby, algunos celebran una ceremonia de entrega de camisetas del capitán a los titulares previa a los partidos. Sobredimensiona el peso del escudo. Los Pumas lo hacen.
Los partidos los ganan los hombres, pero algunas camisetas hacen grande a quien la viste y menguan al rival. La de Inglaterra es una. En el rugby la épica descansa en el escudo que pende en el pecho de los jugadores. Ayer Gales no se amilanó ante la Rosa, pero los ingleses se crecieron cuando estaban moribundos. El partido arrancó a tumba abierta: zafarrancho galés, ritmo frenético, percusiones salvajes, entradas brutales al ruck. Gales se fue arriba a por Inglaterra. Pega, corre, percute, placa, choca... 9-0. Y entonces pesó la camiseta. Goode pateó al fondo del pasillo del zaguero y allí surgió un kamikaze Sackey a posar el ensayo. Segundos después un esquinado drop de Goode dejaba sonado a Gales: 9-8.
La segunda parte arrancó con ensayo de Halfpenny y expulsión temporal de Goode, brújula y bazooka: 20-8. Y entonces pesó la camiseta. Armitage cazó un balón, rompió por el intervalo y posó entre palos. ¡Inglaterra siempre vuelve! Ensayo y conversión de Flood. 20-15. La solidaridad defensiva y los chispazos de calidad le salvaban la cara. Capello habría estado orgulloso de ellos. Y Menotti de Gales. Inglaterra murió con un plan: trivote de centros (Flutey, Tindall y Flood) y pelota a la melé para parar el galope. Gales ganó el partido e Inglaterra el crédito.
En el otro partido de la jornada, Escocia jugó a la francesa (continuidad, arriesgando y apoyos atrás) y Francia a la escocesa (pique corto abajo, riñones y medio melé). Escocia regaló cuatro golpes (12 puntos) y eso fue una losa demasiado pesada de levantar. Ganó Francia (22-13), o mejor dicho, perdió Escocia. Aquí estamos ante un caso en el que la camiseta, la del Gallo, más que ayudar a sus jugadores, les pesa.