Rugby | VI Naciones
Batalla en Croke Park y parodia en Twickenham
La primera jornada del VI Naciones 2009 arrancó con un aunténtico partidazo de tú a tú entre Irlanda y Francia en el que los galos exhibieron su juego de pies y los gaélicos su descomunal pegada. En Londres, Inglaterra se limitó a aprovechar los regalos italianos.
Francia resulta poética incluso en la derrota. Nadie juega tan deliciosamente bien cuando pierde un partido. Ayer saltó a la arena de Croke Park, en el corazón de Dublín, con el rostro aniñado de los novatos Medard y Tillous-Borde, jugadores con bouquet a rugby francés: balón a la mano, mirada larga. Pero enfrente estaba Irlanda, selección metálica polarizada por dos clubes que condicionan su estructura de minotauro: cuerpo de Munster, cabeza de Leinster. Los riñones y el músculo de su delantera proceden de la apisonadora de Limerick: Flannery, Hayes, O'Callaghan, O'Connell, Ferris, Wallace, Heaslip... La cintura y la cabeza la ponen los chicos de Dublín: Fitzgerald, Kearney, O'Driscoll, D'Arcy... Los dos últimos ensayaron ayer cuando el partido decidía ganador. Una renta puesta a buen recaudo en la segunda mitad dentro de su delantera. Francia no supo sacar de allí la bola y el XV del gallo se desangró asfixiado en su exuberancia. Lievremont tiene buena tercera, pero ni la primera ni la segunda, donde ha encontrado refugio el sobredimensionado Chabal, dieron la talla. El partido evidenció que Irlanda va en serio.
Bostezos.
Lo de Londres fue un parodia. Nallet, seleccionador italiano, sitúo a Mauro Bergamasco de 9. Como poner a Gasol de base. A los dos minutos había regalado el primer ensayo. Al final facilitó tres. Y de Inglaterra lo más gráfico es dar un dato: pese a ganar y a los cinco ensayos, ayer se bebió más cerveza de la habitual en la grada de Twickenham. Moraleja: Inglaterra aburrió. Esta tarde Gales inicia su epopeya de intentar enlazar dos Grand Slams 100 años después. Y lo hace en el infierno de Edimburgo con frío, lluvia, barro y Escocia delante.
Inglaterra se sitúa primero gracias a la cómoda y holgada victoria ante los italianos. Irlanda deja tocada a Francia, de cara a sus opciones de título, y esta tarde los galeses se las verán con los escoceses en Murrayfield en una tarde lluviosa que promete barro y mucha épica.