Rugby | VI Naciones
2009: año del dragón
Gales es favorita con su rugby total Inglaterra y Francia, grises
Año 1969. El IRA proclama la lucha armada e Inglaterra se desmelena al ritmo del Yellow Submarine, oda lisérgica de los Beatles, mientras Gales ve cómo la crisis energética dispara el desempleo en su cuenca minera.
Pero no todo son malas noticias. Después de peinar los valles de Rhondda y los muelles de Cardiff y Swansea, Gales arma la mejor selección de rugby de la historia: Gareth Edwards, Barry John, JPR, Gerald Davies, Mervyn Davies... Los dragones ajustician a una Inglaterra repleta de universitarios de Oxford y Cambridge durante una década (1969-79), en la que los galeses sólo encajan cinco derrotas en el V Naciones sumando siete títulos y tres Grand Slams, pero sin enlazar dos seguidos. No lo hacen desde 1910.
Año 2009, 40 años después, el IRA ha depuesto las armas, no hay sucesores para los Beatles y el primer ministro de Gran Bretaña es Gordon Brown, escocés y ex pilier. ¿Gales? Igual. La hambruna campa por sus cuencas mineras y los dragones siguen coloreando la gris realidad galesa. Tras ganar el Grand Slam en 2005 y 2008, se les llena la boca al hablar del Mundial 2011.
Rugby industrial.
El neozelandés Warren Gatland y Shaun Sargento de Hierro Edwards han conformado la selección más industrial del hemisferio norte. Una delantera metálica gobernada por los Jones. Y unos tres cuartos dotados del hywl galés, jogo bonito del rugby, con sus vedettes Shane Williams y el electricista Lee Bryne. Un grupo para ganar peleas tabernarias o duelos de florete. El calendario sopla a favor y huelen a Grand Slam.
Inglaterra llega descabezada, sin Wilkinson, quien como Lennon, no tiene sustituto. Y el señalado, Cipriani, es blando como Bambi y más afin a la página de gossip del Sun que a la de deportes del Times. Duele ver a Inglaterra deambular, partirse por la mitad, deshacerse en el contacto. No se adivina en su columna vertebral (2-5-8-10-15) un jugador mayúsculo. Ni siquiera notable. Y sus tres cuartos Sackey y Flutey torean de salón. Johnson tirará de oficio: Cueto y Tindall. El escudo solo ya no gana partidos.
Irlanda juega against odds (contra las apuestas). Por eso es peligrosa. Por eso y por Munster, campeón de la Champions rugbera. Irlanda ha apostado por hacer una transfusión situando como seleccionador a su técnico, Declan Kidney, que alineará a la apisonadora de Limerick delante y a los tres cuartos de Leinster atrás. Tensará los partidos con los riñones de O'Connell, el pateo de O'Gara y la cintura de O'Driscoll. El Munster verde.
Francia depende de los ataques de entrenador de Lievremont. En un torneo atiborrado de Obelix, los galos serán los Asterix. Tienen mimbres, pero les falla "el todos para uno" adelante. Atrás estrenan D'Artagnan: Maxime Medard. Su delantera presenta dudas en la segunda con Chabal.
Epopeya galesa.
Escocia e Italia presumen del ejército de orcos de sus delanteras. El escocés Blair y el italiano Marcato protagonizarán los partidos. Los del cardo llegan de un gran otoño y Murrayfield suma. Allí arranca mañana, en una tarde de lluvia y barro, la epopeya galesa para enlazar dos Grand Slams 100 años después. E Italia invade Twickenham con nueve delanteros (Mauro será medio melé) para descoser a los ingleses. Italia no huele a madera. Caoba, quizás.
En Cardiff han bautizado el 2009 como el año del dragón. Si el 21 de marzo siguen invictos, sus jugadores pasarán a leyendas vivientes, como los genios patilludos de los 70 o aquellos pioneros de 1910.