Phelps se recluye en su casa de Maryland
Se fue antes de la Super Bowl

Los patrocinadores, entrenadores, asesores y familiares de Michael Phelps esperan que haya recibido alto y claro el mensaje de que se le han acabado las oportunidades y al próximo error que cometa su imagen será imposible de limpiar o defender. Hubo poca gente que salió en defensa del nadador tras conocerse que fumó marihuana. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) aceptó sus disculpas por haber sido "sincero".
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Phelps abandonó el domingo por la tarde Tampa, donde iba a participar en las ceremonias de la Super Bowl. Oficialmente, está en reclusión en su casa de las afueras de Maryland y sólo se comunica con sus amigos más íntimos por correo electrónico. Es muy posible que en los próximos días aparezca en alguna entrevista televisiva para volver a pedir perdón públicamente.
Los expertos publicitarios aseguran que su rápida admisión y la labor de sus agentes podrán salvarle. Pero Peter Land, un experto en imagen, afirma que "con un error más lo pagará directamente en su bolsillo". Phelps tiene firmados contratos con marcas de ropa deportiva, automóviles, cereales, tarjetas de crédito, compañías de teléfonos y de relojes, y los expertos de Madison Avenue, la avenida que agrupa las principales firmas publicitarias de EE UU, creían, antes de este incidente, que era posible que se convirtiera en el primer hombre en alcanzar los 100 millones de dólares en contratos después de su hazaña en los Juegos Olímpicos de Pekín.