Tras hacerse con la medalla de oro en la competición de rutina libre combinada, las chicas de Ana Tarrés recibieron el trofeo que las acreditaba campeonas del Mundial FINA tras haber sido calificadas con un total de 396.666 puntos de valoración en las pruebas realizadas en el Centro de Natación M-86 de Madrid.
Igual que ayer, el equipo español de natación sincronizada saltaba a la piscina antes que sus rivales por el podio, Rusia, China y Japón, esta vez lo hizo en quinto lugar, y aunque las notas obtenidas no fueron tan perfectas como ayer -cuando logró tres calificaciones de 10-, las españolas recibieron un diez y cuatro notas de 9.9 que, con una valoración final de 99.000, les otorgaba el cuarto oro.
Hoy volvía al agua Gemma Mengual, que el viernes consiguió dos oros en las pruebas de dúo con Andrea Fuentes, y acompañada por Irina Rodríguez, Raquel Corral, Alba Cabello, Thais Henríquez, Margalida Crespí, Paula Klamburg, Laura López y Ona Carbonell, despidieron este Trofeo Mundial, una vez más muy atentas con el público español que no paró de animar, al que volvieron a agradecer su atención con aplausos y saludos tras su ejercicio.
Así, el equipo español, que esta vez sorprendió al saltar al agua caracterizadas como felinos con el maquillaje y los gorros que lucían, con un traje de baño de brillos, superó a China y Rusia, con las que compartió podio, una vez más.
China lo hizo con una valoración de 98.666, mientras que Rusia obtuvo una calificación de 97.334. A las puertas del podio, que no ha conseguido ocupar en toda la competición, se quedó Italia, que en todas las categorías disputadas hasta hoy había conseguido un discreto sexto lugar.
Japón vuelve a sorprender con su puesta en escena
La que tuvo su peor jornada fue Japón, bronce el viernes en el dúo temático, y cuarto ayer en la rutina libre por equipos, y es que hoy no pasó de una nota de 95.000, compartida con Canadá, que relegaron a las japonesas al sexto puesto a pesar de que volvió a ser la protagonista en la puesta en escena.
Esta vez las japonesas cambiaron las katanas y banderas por rosas que lanzaron antes de saltar al agua, y si ayer al final de su ejercicio ondearon un gran pañuelo morado, hoy no esperaron al último momento y en la mitad lo que ondearon fueron bandas de espumillón, algo que no fue suficiente para convencer a las jueces.
Tras los ejercicios de los ocho países participantes en la competición, se hizo entrega, en primer lugar, de las medallas de la rutina libre combinada, y posteriormente todo el equipo español recogió el Trofeo Mundial de manos de Alberto López Viejo, consejero de deportes de la Comunidad de Madrid, y Fernando Carpena, recién elegido presidente de la Federación Española de Natación.
