Burress, a la cárcel por pegarse un tiro en un pie
La posesión ilegal de armas se castiga con siete años

Plaxico Burress, uno de los jugadores más conocidos del fútbol americano en Estados Unidos -tiene contrato desde agosto con los Giants por cinco años y 35 millones de dólares-, resultó herido la madrugada del sábado en una discoteca neoyorquina cuando intentaba entrar en ella con una pistola cargada.
El jugador se disparó accidentalmente en la pierna derecha al manipular el arma para descargarla. La National Football League investiga el incidente para determinar si Burress ha violado las reglas de conducta y la policía neoyorquina podría presentar cargos en su contra por llevar armas sin licencia en el estado de Nueva York, un delito castigado con hasta siete años de prisión. Ayer declaró ante la policía con su abogado, Benjamin Brafman, conocido por defender a miembros de la Mafia, y en la Corte Suprema de Manhattan.
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Según varios medios informativos locales, Burress estaba acompañado de su esposa y de otros jugadores de los Giants que visitaban la discoteca Latin Quarter cuando uno de los vigilantes le informó que estaba prohibida la entrada con armas de fuego en el recinto. El jugador admitió que iba armado y cuando sacaba las balas de la pistola se disparó en el muslo.
Burress es uno de los mejores receptores de la Liga y una de las piezas fundamentales de los Giants, los actuales campeones de la NFL y que tienen un parcial de 10 victorias y una sola derrota. El delantero ha sido apartado este año de la disciplina de su equipo por desaparecer dos días sin explicaciones y arrastra una lesión muscular.