Simpson se vuelve a sentar en el banquillo

O. J. Simpson, de 61 años, confía en que el jurado compuesto por nueve mujeres y tres hombres, todos blancos, se olviden de que hace más de una década fue acusado del doble asesinato de su mujer y un amigo, de toda la publicidad que le rodea y que en el juicio, que se ha iniciado en Las Vegas, en Nevada, contra este antiguo jugador de fútbol americano se ciñan a los hechos.

El que fuera estrella de la NFL está acusado de secuestrar, coaccionar, amenazar y robar, a punta de pistola, a dos hombres que tenían en su poder varios objetos que el antiguo deportista reclamaba que eran suyos y que le habían sido robados.El lunes, el juicio fue interrumpido nada más comenzar cuando Bruce Fromong, uno de los testigos principales del gobierno, se indispuso aparentemente debido a un ataque cardiaco. Fromong es uno de los dos individuos que la fiscalía mantiene fueron secuestrados por Simpson y un grupo de hombres que le acompañaba en una habitación de un lujoso hotel de Las Vegas, en septiembre del 2007.

Simpson ha declarado que estaba en el hotel para recuperar varias camisetas y trofeos de su pertenencia que tenían en su poder los dos testigos y que no sabía que sus acompañantes iban armados. El fiscal, Chris Owens, ha pedido al jurado que se olviden del historial delictivo anterior del acusado.