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Pekín 2008 | Inauguración de los Paralímpicos

Pekín invita a no dejar de perseguir los sueños

La delegación española, bajo la mirada de la Infanta Elena, mostró su alegría en una emotiva y mágica ceremonia.

Pekín invita a no dejar de perseguir los sueños

China volvió a realizar una nueva demostración de ingenio, magia y pirotecnia como hiciera el 8 del 8 de 2008 mostrando al mundo una Ceremonia de Inauguración de los Juegos Paralímpicos como una declaración de intenciones sobre el derecho sus protagonistas de no dejar nunca de tener sueños y perseguirlos. Entre estos protagonistas, estarán los deportistas paralímpicos españoles, que al igual que los olímpicos y como ya hicieran en el izado de bandera del pasado jueves, mostraron su alegría y desparpajo en este emotivo acto, poniendo su nota más colorista al desfile de los países.

Ataviados los chicos con el traje rojo y las chicas con el amarillo, y liderados por su abanderado, el lanzador de peso David Casinos, España, uno de los países con más participantes en esta cita, desfiló en el lugar 53, en el comienzo, y no el tramo final, de la ceremonia de un abarrotado ''El Nido''. La delegación español expresó sin tapujos su alegría y saludó efusivamente al público presente, entre ellos el palco de dirigentes nacionales, con SAR la Infanta Elena, presidenta de Honor del Comité Paralímpico Español (CPE), la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, el presidente del CPE, Miguel Carballeda, y el vicepresidente del Comité Paralímpico Internacional (CPI), Miguel Sagarra.

Todos presenciaron un nuevo espectáculo ''made in China'', de Zhang Jimou, que volvió a dejar claro su trabajo en una Inauguración, que empezó y terminó con fuegos artificiales y que tuvo como epicentro tres ''viajes'': por el espacio, el tiempo y la vida. ''El Nido'' comenzó a vibrar con la cuenta atrás para el inicio del acto, primero a través de los videomarcadores y posteriormente con los fuegos artificiales, que dibujaron los últimos diez segundos en el cielo, y que dieron paso a la primera muestra de pirotecnia, jaleada por el público.

El fuego dio paso al color con la entrada en escena de unos figurantes disfrazados de varios colores que ''dibujaron'' un pista ficticia para los deportistas y que se mezclaron con la entrada de los voluntarios, portadores de los colores simbólicos del Comité Paralímpico Internacional: el azul, que representa el cielo, el rojo, el sol, y el verde, la Tierra. Esta bienvenida fue el preludio del parón de hora y media por el desfile de las 148 delegaciones, con la excepción de Guinea que llega mañana y con estruendoso en incansable saludo a la anfitriona, y que fue sólo un descanso para el tramo central de la Ceremonia de Inauguración.

Esfuerzo de superación en el encendido del pebetero

El ''Viaje por el Espacio'' expresó el despertar, a través de un ''Pájaro de Sol'', ''inquilino'' de ''El Nido'', de los sueños de las personas con discapacidad, representada por el cantante ciego Yang Hintao, que dio paso a la creación del cielo, la Tierra y las estrellas. Li Yue, bailarina de 12 años con una pierna amputada tras el terremoto que asoló Sichuan, alargó los sueños de no rendirse pese a las circunstancias en el comienzo del ''Viaje por el tiempo'', tranquilo instante de quietud marcado por el espectacular y mágico paso de las estaciones en el centro del estadio, bajo la música del pianista ciego Jin Yuanhi.

El ''Viaje por la vida'' tuvo como protagonistas a 2.000 niños bailando alrededor del centro de ''El Nido'' e imitando los sonidos de cuatro animales, habitantes en armonía de la Tierra , la canción ''Let me have you'', un gracias a todo lo que nos rodea y de poder compartirlo, y un final, donde las manos (750 pares), simuladoras del volar de cisnes y petreles (aves marinas), pusieron un nuevo broche de magia. Tras los discursos y el deseo por parte de Phil Craven, presidente del CPI, y Liu Qi, presidente del Comité Organizador, de que Pekín quede en el recuerdo de todos, Hu Jintao, presidente de la República Popular de China, inauguró oficialmente los Juegos y la bandera paralímpica entró en estadio para ser izada.

Entonces, llegó el esperado momento del encendido de la antorcha, honor que le tocó a Hou Bin, triple campeón olímpico de salto altura (Atlanta''96, Sydney 2000 y Atenas 2004), y los organizadores volvieron a no defraudar como ya hicieran en agosto. Bin, pese a su silla de ruedas, no dudó en subir a pulso por la cuerda que le llevaba al pebetero, prendiendo la llama de los sueños de todos unos deportistas que lucharán desde mañana y hasta el día 17 por una medalla. Los fuegos artificiales pusieron el fin de fiesta.