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Pekin 2008 | Gimnasia

Almudena Cid dice adiós con un diploma olímpico

La vitoriana acabó en el puesto octavo en la final individual

<b>ÚLTIMO EJERCICIO. </b>Almudena Cid durante su ejercicio de cinta de ayer, con el que se despide de la alta competición.
jesús rubio

Todo deben ser elogios para nuestra gimnasia. La española Almudena Cid ya había hecho historia, su llanto al acabar el ejercicio de cinta en la clasificación del viernes había dado la vuelta al mundo entero gracias a las agencias de fotografía. Algunos pies de foto la destacaban por ser la primera gimnasta en toda la historia en participar en cuatro Juegos Olímpicos. Tocaba, por tanto, disfrutar de la gimnasia, que es lo que Cid ha venido haciendo desde sus años en la Asociación Deportiva Beti Aurrera. En la final individual de ayer, la vitoriana firmó un octavo puesto. Igual que en Atenas 2004. Un diploma doblemente valioso.

Emotivo. La despedida de Almudena Cid del mundo de la alta competición no pudo resultar más emotiva. Con el Nessun Dorma como música de fondo, los nombres de los cuatro Juegos Olímpicos en los que ha competido (Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008) escritos en su cinta y un crespón negro en su maillot en recuerdo de las víctimas del trágico accidente aéreo de Barajas, la vitoriana firmó el 68.100. Almudena se mostró muy regular -sus cuatro ejercicios oscilaron entre el 16.950 en cinta y el 17.150 en mazas-, algo que no hicieron la israelí Irina Risenzon (el 16.350 en cuerda la mató) y la búlgara Simona Peycheva, que acudía a la cita de Pekín con aspiraciones incluso de acercarse a la medalla de bronce.

Pero la lucha por las medallas en la Universidad Tecnológica de Pekín tenía otras artistas invitadas. La gran derrotada fue la actual campeona del mundo, la rusa Olga Kapranova, quien pinchó en el ejercicio con las mazas y se quedó sin medalla pese a que acudía a Pekín como favorita a alzarse con el oro. La campeona fue su compatriota Evgeniya Kanaeva, que llega a lo más alto a los 18 años, diez menos que los que tiene Almudena Cid, la más veterana de todas las gimnastas de rítmica que participan en estos Juegos de Pekín. La bielorrusa Inna Zhukova logró la plata y la ucraniana Anna Bessonova, castigada por las bajas notas de los jueces, se tuvo que consolar con la medalla de bronce.

Dominio ruso. Evgeniya Kanaeva sucede en el palmarés de unos Juegos Olímpicos a otra gimnasta rusa, Alina Kabaeva. Habrá que ver si ese dominio se refleja también en la final por conjuntos que se disputa esta misma tarde. Bielorrusia brilló más en la clasificación del viernes (34.950 por el 34.700 de las rusas) y China mereció la tercera mejor nota (34.525). La sombra de la duda sobrevuela de nuevo sobre quienes visten de chaqueta azul y pantalón blanco: los jueces.