Higuero, quinto en la mitad de 1.500

pekín 2008 | atletismo

Higuero, quinto en la mitad de 1.500

Higuero, quinto en la mitad de 1.500

PEPE ANDRES - Diario as

Juan Carlos Higuero, único representante español en la final de los 1.500 metros de los Juegos de Pekín 2008, se ha clasificado en la quinta posición tras progresar en la última recta. Higuero, que entró en los últimos metros casi a la cola del grupo, progresó con fuerza pero no pudo prácticamente nunca aspirar a entrar en el podio.

El español acabó con un tiempo de 3:34.94, en tanto que el triunfo fue para el bahrainí Rashid Ramzi (3:32.94), por delante del keniano Asbel Kipruto Kiprop (3:33.11) y el bronce para el neozelandés Nicholas Willis (3:24.16), que dejó fuera de las medallas a otro de los favoritos, el francés Mehdi Baala (3:34.21).

"He perdido la oportunidad de mi vida"

Después de la carrera, el español se lamentó por haber dejado escapar la oportunidad de su vida en la final de los 1.500 metros de los Juegos de Pekín, donde fue quinto a apenas 28 centésimas del bronce: "Teniendo tan cerca la medalla como la he tenido sabe a poco, pero no creo que sea un fracaso. He hecho una temporada muy regular, con bronce en el Mundial de Valencia y este quinto puesto significa que estoy cerca de consagrarme".

El burgalés reconoció que la final de Pekín pudo haber sido la oportunidad de su vida para subir a un podio olímpico: "Me he visto en la medalla en todo momento, he luchado hasta el final, me ha faltado un poco de fuelle, 28 centésimas, una pena porque he trabajado mucho para ello. Pero estoy contento".

Ramzi vuelve a la cima

El bahrainí Rashid Ramzi, desaparecido durante un año tras su paso triunfal por los Mundiales del 2005, regresó a la cima del medio fondo al proclamarse campeón olímpico mediante un esprint de 200 metros que le puso fuera del alcance del keniano Asbel Kiprop y del neozelandés Nicholas Willis.

El francés Mehdi Baala, segundo favorito, fracasó en su intento de subir al podio y terminó cuarto, por delante del español Juan Carlos Higuero, que, en su progresión sobre la recta de meta, obtuvo su mejor resultado en grandes campeonatos.

El keniano Asbel Kiprop puso un ritmo alto (56.48 en los 400). Luego se ralentizó la carrera (1:56.06 por el 800) y el grupo llegó compacto a los últimos 200 metros. Ahí Ramzi lanzó el ataque decisivo que terminó dándole la victoria pese a la amenazante progresión de Kiprop en la recta final.

Ramzi, eliminado en semifinales en Atenas 2004, quería meter miedo a sus rivales, de ahí que ya el primer día rematara su serie con un insólito esprint que le llevó a dar la última vuelta en 50 segundos y ganar con un tiempo de 3:32.89, excepcional para una primera ronda. Los apostantes pusieron todo su dinero al dorsal del bahrainí, sobre todo cuando en semifinales cayó el campeón del mundo y subcampeón olímpico, el estadounidense Bernard Lagat, que no podrá optar a una tercera medalla olímpica.

Las leyes del 1.500 son inexorables y nadie, ni siquiera el gran dominador de la prueba -lo sabe Hicham El Guerruj, hoy retirado- está libre de verse envuelto en las turbulencias de la carrera más táctica del programa atlético.

Ramzi y Baala, subcampeón mundial en París 2003, partían como favoritos, y en un segundo término dos kenianos con marcas del año por debajo de 3:32, Augustine Choge (3:31.57) y Asbel Kiprop (3:31.64). La final confirmó el pronóstico respecto al bahrainí, pero no acertó con Baala.