pekin 2008 | ciclismo
Llaneras: "La despedida soñada"
Llaneras no pensó que era su última carrera. La preparó como una más, con la particularidad de que con su compañero, Antonio Tauler, nunca había disputado este tipo de pruebas en la que la compenetración es tan importante.
Joan Llaneras se va del ciclismo en pista tras haber conquistado un oro y una plata en los Juegos de Pekín, "la despedida soñada" por el atleta mallorquín que tiene el mejor palmarés olímpico de España.
"No hay vuelta atrás en mi despedida, es una decisión pensada, consensuada con la familia. Es duro retirarse así pero ya está tomada la decisión. Sé que al principio mi cabeza va a sufrir, pero hay que hacerlo", asegura Llaneras.
Su adiós a la pista le deja sin los ingresos por las becas ADO, lo que le da la oportunidad de criticar la política española de ayudas. "Te las dan cuando tienes buenos resultados en los Juegos, así la retirada me supone renunciar a una buena cantidad de dinero", asegura.
Llaneras no pensó que era su última carrera. La preparó como una más, con la particularidad de que con su compañero, Antonio Tauler, nunca había disputado este tipo de pruebas en la que la compenetración es tan importante.
Era el suplente de Carles Torrent, que se había lesionado y había dejado cojo el equipo de Madison. A la hora de elegir un sustituto prefirió a Tauler, un hombre fuerte pero con poca experiencia en esta prueba. "Toni estaba en buen momento y preferimos la fuerza a la técnica. Íbamos a perder algo de tiempo en los relevos pero el resultado está ahí", dice Llaneras.
Apenas se habían entrenado tres días. Como el sábado pasado, Llaneras acudió al velódromo de Laoshan en bici. Unos 30 kilómetros desde la Villa Olímpica, un paseo que le permitió, "relajarse, pensar, charlar con Toni". Una vez en carrera, la táctica de los españoles era esperar a la mitad, dejar que pasara el tiempo, que los otros se olvidaran de ellos.
"Creíamos que no estábamos entre los favoritos porque era la primera vez que corríamos juntos. Pero al parecer, alguno nos tenía fichados", dice Llaneras. Eso les creó problemas cuando quisieron ganar vuelta. "Ahí nos dejamos más de un cartucho, tuvimos que tapar muchos huecos", señala. Pero al final lo lograron. "Era la única oportunidad que teníamos, porque al sprint no somos buenos", indica.
La táctica tuvo su premio y Llaneras sumó su segunda medalla en estos Juegos, la cuarta en su carrera. Con dos oros y una plata en persecución y la plata de Madison es el deportista más laureado de España. Supera al gimnasta Gervasio Deferr, que sumas dos oros consecutivos en salto en Sydney y Atenas y una plata en suelo en Pekín.
"Los aficionados que han venido de España me decían que había que superarlo, que no podía ser. Ya lo he hecho, pero para mi eso no es más que una anécdota. Lo importante es sumar medallas para España", dice medio en broma medio en serio.
Se va con un currículo impresionante y deja detrás un legado. "Espero que haya dejado una forma de correr, que la gente aprenda. Desde que corro hay cosas en las pruebas de puntos y Madison que la gente me copia. Ha habido una evolución del ciclismo, eso sí que lo he conseguido", dice orgulloso.
El mundo del ciclismo en pista se lo reconoce, le saludan como a un maestro. "Lo que más me ha gustado de estos días cuando entrenaba en el velódromo era el respeto que me han demostrado mis compañeros", afirma.
Pero su adiós no tiene vuelta atrás. Se va desde la cima del olimpismo español, con su primera prueba en Madison, una carrera que antes se llamaba Americana y que Llaneras corría con Isaac Gálvez, el amigo fallecido en un accidente en el velódromo de Gante en 2006, la imagen que nunca se va de su mente.
Cuando ganó el oro dijo que la medalla era de los dos. Con la plata volvió a rendirle tribuno: "Ésta era nuestra prueba. Cada vez que corro una americana me acuerdo de él. No me gusta hablar del tema, pero siempre le tengo en el corazón y la cabeza". La voz se quiebra. "No vamos a hablar del tema", corta en seco.