Hoy dará sus primeras paladas el deportista español que aspira a convertirse en el más laureado de la historia de los Juegos: David Cal. El pontevedrés arranca (10:20 h) con las eliminatorias de C-1 1.000 metros, prueba en la que fue oro en Atenas. Mañana, a las 10:10, saldrá con el C-1 500, donde fue plata en 2004. "El objetivo son los dos oros, ésa es la meta. Con expectativas pobres, los resultados serán pobres. Después de los resultados de Atenas, si te conformas con dos bronces es que algo marcha mal", advierte el abanderado español. "Los nervios aparecen cuando no hiciste todo lo que estaba en tu mano. Y yo lo he hecho".
Entre esas cosas que Cal ha hecho para estar a tope está la aclimatación. "En julio nos trasladamos al Salto de Saucelle, en Salamanca, para buscar una temperatura similar. La primera semana lo pasé fatal", recuerda resoplando. "Con el calor ya hemos empatado", sentencia Suso Morlán, su técnico. En Pekín está fino (baja de los 100 kilos a los 84 en competición), listo para aplicar el molinillo.
