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Pekín 2008 | Delegación española

España recuperó su alegría en Pekín

Gasol, Nadal, Hombrados y Elosegui estuvieron colosales

Tomás Guasch
Nadal tras su triunfo ante Hewitt
jesús rubio

Volvió la normalidad al equipo español y tras la "tempestad Maribel Moreno" nuestros deportistas sonaron en positivo con cuatro protagonistas estelares: Pau Gasol, Rafa Nadal, Joseja Hombrados y Ander Elosegui. En un día dulce para los deportes de equipo (el waterpolo de Guillermo Molina se impuso en cita clave a Australia), los cuatro estuvieron colosales. Pau, para que nuestro baloncesto ganara un partido que se puso casi imposible ante China; Rafa, para superar la prueba de Lleyton Hewitt, Hombrados, para que el balonmano levantara un partido que se le escapaba ante Polonia, subcampeona del mundo, y Elosegui, para ganar su diploma olímpico tras una gran participación en canoa, C-1.

"Salimos vagos, nos dijo Aíto en el descanso", contó Ricky Rubio después de que España ganara por fin a una espléndida China, que sólo falló en el minuto final del partido. Pau Gasol jugó un partido imperial, frente a Yao Ming y todos los pueblos de la República Popular China, presentes en espíritu en un pabellón entregadísimo a los suyos. Tiene Pau el gen de los genios, el que aflora en los momentos complicados, como el de ayer. España estuvo confiada y vaga, sí, de inicio; espesa después, impotente mucho rato y sólo al final acertó con la tecla que le permitió desactivar la sorpresa de los Juegos, su derrota ante los anfitriones.

El segundo crack del partido del lado español fue Rubio, dispuesto a discutirle a José Manuel Calderón la condición de primer base del equipo. Un colega italiano se acercó a él cuando todo acabó y se llevó la sorpresa de su vida: "¿Si acuso la presión de unos Juegos? Pues no. Aquí soy uno más, en la calle un niño. Con mis amigos de siempre y mi familia, con la que viviré hasta que un día deba volar".

Cuentan que puede ser drafteado por la NBA la próxima temporada, sería el colmo de procacidad. "No pienso en eso; de Estados Unidos conozco sólo Los Ángeles, pues la visité cuando Pau jugó las semifinales y final de Conferencia. Yo sólo pienso en vivir con mis padres". Tome nota Jordi Villacampa, presidente del DKV Joventut. Los yanquis siguen al chico, cuyo sueldo en Badalona, como es natural en una persona de su edad, es de mileurista. En el baloncesto

Los chinos miran a Ricky con admiración, pero enloquecen literalmente con Nadal, cuya salida a la pista central para jugar con Hewitt fue apoteósica: se disputa un Masters Series en Manacor y no le aplauden tanto. Y cuando liquidó el partido con un saque que el aussie no pudo devolver, fue como la final de la Copa de Europa. ¡Rafa, Rafa, Rafa! Ese grito universal no conoce frontera idiomática alguna; allá donde va se oye fuerte, rotundo, sentido.

Héroe.

Hombrados jugó otro partido más memorable en su carrera. Contó un compañero, hace ya un tiempo, que se prepara dándose algún lingotazo, no se si al güisqui, pero podría ser. Costumbres. El caso es que España lo pasó muy mal frente a Polonia y, como en el baloncesto, llegó desde atrás para ganar el partido. Albert Rocas marcó los goles decisivos en la recta final, un diez para él, pero Joseja Hombrados fue la réplica de Casillas, el portero español invencible. Y Ander dejó su tarjeta de visita para un gran futuro.

Volvió, pues, el héroe, el deporte que nos gusta, la España extraordinaria que, en baloncesto y balonmano, consiguió lo más difícil: ganar cuando todo parecía perdido. Por eso LeBron James comentó tras ganar su partido con Angola: "Lo grande de los españoles es que saben levantarse incluso jugando mal". Lo dicho: cosa de los genes.