pekín 2008
Un espectáculo grandioso...con truco
La inauguaración de los Juegos Olímpicos de Pekín recibió recibió la ovación unánime de toda la prensa internacional. La organización tenía todo perfectamente atado para que así fuera. Por eso no dudó en mejorar los fuegos artificales finales con gráficos generados por ordenador o en sustituir a la niña que interpretó la Oda a la madre patria. Una más guapa apareció en cámara cantando en playback mientras la verdadera intérprete entonaba la melodía entre bastidores. Lo dicho: ni un detalle en el aire para asegurar que todo saliera a la perfección y que China proyectara al mundo una imagen ideal.
Los Juegos de Pekín comenzaron con una espectacular ceremonia de inauguración. El mundo se rindió a un despliegue de medios, recursos y buen gusto como pocas veces se había visto. Todo salió perfecto gracias a la inversión económica, al talento de los creadores y los organizadores, al trabajo ímprobo de todos los participantes en el acto...y también gracias a otros detalles que habían quedado entre bastidores y que poco a poco están viendo la luz.
La publicación china Beijing Times ha sido una de las primeras en escarbar en esos otros detalles de menos brillo pero que ayudaron al perfecto funcionamiento de toda la maquinaria desplegada por la organización. Según este periódico, la ceremonia incluyó fuegos artificiales "falsos". Gracias a la infórmatica, lo que contemplaban los telespectadores de todo el mundo y los afortunados que estuvieron en el Estadio Nacional (estos a través de pantallas gigantes), eran gráficos generados de forma digital a lo largo de meses de trabajo. La manipulación se llevó a cabo sobre una serie de gigantescas huellas esbozadas en fuegos de artificio por encima de la ciudad desde la Plaza de Tiananmen.
La organización no quiso correr ningún riesgo ante las dificultades técnicas que encontraban captar los 29 huellas desde el aire. Sólo se retransmitió realmente la última, visible desde la cámara que estaba dentro de la Bird's Nest. Desde luego, la intención de la organización no era ahorrar trabajo, ya que la secuencia, de 55 segundos, llevó prácticamente un año de trabajo, en palabras del jefe de los efectos visuales de la ceremonia, Gao Xialong, que se mostró totalmente satisfecho con el trabajo realizado: "La mayoría del público pensó que fue filmada en vivo, por lo que fue misión cumplida". Ese efecto de realismo se cuidó hasta el último detalle, e incluso se añadió un ligero movimiento de cámara para simular que era filmado desde un helicóptero.
La imagen de China es una buena voz... y una cara bonita
Aún más llamativo resulta lo sucedido con la niña que cantó en la ceremonia y que lo hizo entre bastidores mientras una niña más guapa aparecía en cámara y movía los labios en perfecto playback. La web Sina.com revela que el director musical del acto, Cheng Qigang, reconoció que se eligió a la pequeña pensando en que fuera "mona" y en que resultara intachable con su traje rojo y bajo las notas de la Oda a la madre patria.
La voz no era problema, ya que entre bastidores entonaba la melodía la verdadera intérprete, apartada de las cámaras por ser rechoncha y de dientes separados. En palabras del propio Cheng: "La razón por la que la pequeña Yang no fue elegida fue porque queríamos proyectar la imagen correcta, estábamos pensando en qué era lo mejor para la nación". La niña elegida era "Impecable en imagen, sentimientos internos y expresión", perfecta para emocionar al público internacional y al propio pueblo china, y para arrancar titulares como el del diario China Daily: "Una pequeña cantante gana el corazón de la nación".