Un 'pirracas' de Madrid que se inició en natación

A las once de la noche, cuando José Luis Abajo abandonaba la rueda de prensa, su móvil mostraba 41 llamadas perdidas y 81 mensajes sin leer. Eso quiere decir que es buen tipo, que tiene amigos. Poco antes había aterrizado en el MPC (Centro de Prensa) con la medalla de bronce colgada del cuello y envuelto en una bandera española. Llegó tarde debido al control antidopaje, pero la noche ya había caído y a los vampiros les tocaba volar hacia otros tejados.

A José Luis Abajo (Madrid, 22-6-1978), estudiante de economía y subcampeón de Europa en 2000, le puso su mote, Pirri, su abuelo; viene de Pirracas, según José Luis "un personaje de un tebeo o algo así" famoso cuando él era pequeño. El padre del medallista, militar y apasionado de la esgrima por practicar pentatlón aeronáutico, le inculcó el amor al deporte. La natación fue lo primero, pero a los once años se cansó y un folleto en el buzón de su casa le descubrió la esgrima.

Desde el club Sala de Armas de Madrid se ha hecho grande en este deporte, más todavía que la sombra de su 1,94 de estatura. Sus Lucías (su mujer y su hija de cuatro meses) le iluminan la vida y le traen la calma que su entrenador, Ángel Fernández, agradece: "Su gran problema era aplacar su carácter. En los últimos años lo ha conseguido. Casarse y asentarse le ha venido bien". Tan bien que pese a ser debutante en unos Juegos ha ganado medalla. Ya tiene el bronce, pero cualquier cosa puede esperarse de una persona aficionada a coleccionar cosas. ¿Por ejemplo medallas?