"Un ciclón ha acariciado Qingdao; ¡ojalá se repita!"

Gente que no necesita suerte". Ése es, al menos, el lema que luce en el folleto del Equipo Telefónica de vela para los Juegos Olímpicos de Pekín, que ayer levaba anclas en Madrid. Suerte, quizá no -el lema alude a que los deberes están hechos, no es fanfarronería-, pero viento sí vamos a necesitar en el polémico campo de regatas de Qingdao. La calma chicha no va con nosotros. "La estadística de los últimos años nos muestra que se prevé una situación de vientos muy ligeros. Afecta considerablemente a la competición. En los últimos días un ciclón ha tocado China, luego ha ido hacia Corea y la cuña ha llegado a Qingdao. Y se han formado olas. No sabemos si pasará o no durante los Juegos. ¡Ojalá se repita!", afirma Fernando Echávarri, que junto a Antón Paz representa nuestra gran esperanza en Tornado, clase que en Pekín puede despedirse del programa olímpico. Junto a ellos estaban Iker Martínez y Xabi Fernández, que defienden en aguas chinas el oro olímpico conquistado en Atenas 2004 en 49er; Marina Alabau, número 1 del mundo en RS-X (windsurf), e Iván Pastor, quinto en el último Mundial en RS-X masculino; y al frente de ellos Pedro Campos, director del equipo Telefónica, quien considera un "auténtico lujo" disfrutar de unas generaciones tan brillantes en el panorama mundial de la vela. "Desde el Mundial de Kingston, Jamaica, en 1976, España es el país que más medallas de oro ha conseguido en unos Juegos Olímpicos: 10, por 7 de Inglaterra. Es un dato revelador".

Campos no es el único orgulloso de esas hornadas prodigiosas. Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, reconoce vivir un momento dulce: "Se han hecho muy bien los deberes, nos sabemos el temario y ahora sólo queda ver qué nota sacamos. Hablando en serio, el nivel de la vela y del deporte español en general es muy alto y tenemos muchas ganas de que empiecen los Juegos. Vamos a disfrutar".

Más gimnasio.

Eso esperamos, viento y plaga de algas mediante. A menos nudos, dieta para casi todos. Rafa Trujillo, gran apuesta en clase Finn, ha perdido ya 16 kilos. Como él, que se entrena estos días en China, los otros olímpicos han tenido que ponerse a dieta. "Hemos perdido muchos kilos. Rafa (Trujillo) ha perdido... hasta la cartera". Todos salvo nuestra benjamina, Marina Alabau, que no ha limado sus 55 kg aunque sí ha tenido que ganar en fuerza para poder mover la tabla de windsurf cuando apenas sople viento. "Ha sido muy sacrificado. Mucho gimnasio, navegar a primera hora de la mañana (menos viento), entrenar a base de series. Un aburrimiento, pero voy bien preparada", dice la sevillana, quien debuta en unos Juegos. ¡Como para asustarse por la plaga de algas!

Defender el oro de Atenas 04

Iker Martínez y Xabi Fernández fueron campeones olímpicos en Atenas en la clase 49er (4,99 metros de eslora). En Qingdao se ven con serias posibilidades de repetir. "Llegamos como líderes del ránking mundial. Como dice nuestro entrenador: 'Ya que hemos ido al baile, pues bailemos'. Y eso es lo que vamos a hacer", comentaba Iker en Madrid.