Fue una tarde más tranquila incluso de lo esperado para el equipo español. El representante de Bélgica fue desbordado de principio a fin por el gran favorito al título, al que la cita le motiva de especial manera y al que le bastaron poco más de diez minutos para dejar visto para sentencia el envite y comenzar a pensar en su cuarta final consecutiva.

La 'máquina verde' fue ambiciosa, como le había pedido en la víspera Jesús Candelas. Desde el pitido inicial arrinconó al campeón belga, que no tuvo recursos para frenar la fuerte salida del conjunto alcalaíno, y se hizo con el mando del partido ante un rival, que prefirió esperar a atacar y que nunca dio la sensación de poder dar la sorpresa y seguir siendo gafe para el equipo español.

El triple campeón tuvo la paciencia suficiente para manejar el choque, pero además acertó con abrir el marcador muy pronto. La zurda de Joan enganchó una estrategia de saque de esquina para ponerse por delante y afianzarse en la pista de un Palacio de los Deportes nazarí, cuyo ''poder'' tampoco fue necesario finalmente y también pudo reservarse para mañana.

Segunda parte sin historia

A partir de ahí, prácticamente el partido se acabó. El Interviú, lejos de relajarse, se lanzó a sentenciar y le dio una tarde plácida a un Luis Amado, mero espectador del partido. La mala suerte y el gol de Andreu, espléndido de ejecución, terminaron en un minuto con las opciones del Action 21.

La segunda mitad no aportó nada. Los de Jesús Candelas bajaron, como era de esperar, el ritmo de cara a mañana, pero siguieron con el mando y las mejores ocasiones, muchas de ellas al contragolpe. El equipo belga, demasiado inocentes, tampoco quiso arriesgar y se marchó del encuentro sin apenas conocer las aptitudes de Luis Amado, que no pudo, de todos modos, mantener su portería a cero. El susto lo dio el joven Sergio, que sufrió un aparatoso golpe y tuvo que abandonar el partido.