Irlanda quiere celebrar San Patricio en Londres

El próximo mes de abril se cumplen diez años del debut de Jonny Wilkinson con Inglaterra. Lo hizo ante Irlanda, por lo que este partido habría sido una magnífica forma de celebrar la efeméride. De cuadrar el círculo. Diez años y un palmarés inmejorable: un Mundial, un subcampeonato, máximo anotador de la historia, varios Grand Slam, un puñado de Triples Coronas, otro de VI Naciones... Y en el lado negativo un puñado de lesiones de las que también ha aprendido.

Pero Jonny no lo celebrará como quisiera. Brian Ashton, su seleccionador, le ha señalado como único culpable de la derrota inglesa en Murrayfield. A Ashton le viene grande ya el puesto, hace tiempo que perdió la autoridad en el vestuario y sus recursos técnicos han menguado con los años. Ilustre técnico del Bath con el que logró varios éxitos, ahora dirige una selección con profundos problemas estructurales, sobre todo en una línea de tres cuartos sencillamente penosa. Sus alas, reconvertidos al rugby XV, evidencian muchas carencias: Sackey (llega del Seven) y Vainikolo (del League); los centros (Flood y Noon) son planos y frágiles, y el zaguero Balshaw es una lotería atrás. Pero los platos rotos los pagará Wilkinson. De Irlanda hay que reseñar que su seleccionador, O'Sullivan, también tiene las horas contadas, que cuenta con un puñado de promesas (Kearny, Bowe, Trimble, Fitzgerald...) y que quiere celebrar San Patricio (es el lunes) en Londres.