Christian Prudhomme, director del Tour de Francia, comunicó a Contador la decisión de no invitar al Astaná a su carrera mediante un mensaje de texto, antes de que se hiciera oficial la noticia. Alberto ya se temía lo peor en la salida de Inca, pero no se enteró hasta comenzada la etapa. En el kilómetro 71, en la subida al puerto de Sa Batalla, de segunda categoría, atacó con rabia. Por delante marchaban Del Nero, del Saunier Duval, y Taarahae, del Cofidis, con cinco minutos de ventaja sobre el madrileño. 35 km después Contador se quedó solo en cabeza, con caída incluida en el descenso del Puig Major. Corría para reivindicarse. Él, sus compañeros, su equipo.
Tras 75 km de fuga, fue cazado a falta de sólo 7 para la línea de meta. En el momento en el que fue atrapado, Alejandro Valverde le dio una cariñosa palmadita de ánimo. El Caisse d'Epargne había ralentizado el ritmo para permitir que llegara en solitario a Inca, pero varios acelerones y el desgaste acumulado convirtieron la gesta en un imposible. Antes de que le pillara el pelotón, tuvo tiempo de dedicar a las cámaras de televisión varios gestos significativos: se señaló el nombre del maillot y gritó. "Astaná al Tour", exclamó hasta tres veces. La foto que corona este texto (extraída de las imágenes de Teledeporte) recoge ese momento.
Ya en meta, Alberto recibió en el podio el premio a la combatividad por su trabajo sin premio. Con los ojos humedecidos por las lágrimas, sin ánimo para levantar la copa. De nuevo, los dedos en dirección al sol de Kazajistán en su maillot: "No sé si es bueno que hable ahora o no pero creo que el Astaná debería estar en el Tour". Hoy no tomará la salida en Magaluf debido a su doble caída: de la lista del Tour de Francia y en la bajada del Puig Major.
