Giants: de 20 grados bajo cero a la Super Bowl

Los aficionados de los Packers de Green Bay, en Wisconsin, son los más fieles y orgullosos de todos los de la NFL y el domingo demostraron que hay que querer mucho a los colores verde y amarillo de los Empaquetadores para soportar los 20 grados bajo cero que hubo durante la segunda mitad del partido frente a los Giants en el Lambeau Field.Nada les importó, ni siquiera que cuando Packers y Giants se jugaban el pase a la Super Bowl hiciera más frío en Wisconsin que en Moscú, en Alaska o en Groenlandia. Si uno ama a Brett Favre, el quarterback local, o a Donald Driver, su mejor receptor, hay que estar listo para cualquier cosa, como que la cerveza se congelara nada más abrirla, con espuma incluida, no comer durante el partido porque nadie es capaz de abrir la boca y evitar ir al baño porque quitarse la ropa que cubría todo el cuerpo obligaba a pasar 10 minutos desnudándose.

Un buen aficionado de los Packers y los valientes de Nueva York que quisieron ver en directo el partido acudieron al Lambeau Field vestidos para la ocasión. Lo más cercano a la piel fueron unos calzoncillos largos, tres pares de calcetines, un gorro para cubrir las orejas; luego, un par de vaqueros, un jersey de protección aislante y un sombrero. Sobre ello fue necesario un mono polar que cubriera el cuerpo de arriba abajo; otro jersey que llegara hasta el cuello y un gorro, sobre los otros dos colocados antes, para tapar la boca y el cuello; y luego un chaleco térmico sin mangas para tapar el pecho y un plumas con los colores del equipo amado.En las manos, unas pequeñas bolsitas con químicos que cuando se aprietan calientan de lo lindo. Y en los pies, botas de piel y bolsitas calientes para proteger los dedos.

Varios jugadores, especialmente los defensas, jugaron en manga corta y se calentaron en los banquillos con calefacción. Los visitantes se quejaron en el intermedio de que en su banquillo no había calentadores como los que protegían del frío a los locales.La temperatura del partido fue de 20 grados centígrados bajo cero, pero debido a la brisa de 23 km/h que cruzaba el estado de norte a sur, la temperatura real que sintieron los jugadores y los 72.740 espectadores fue de 30 bajo cero. Aquí están acostumbrados a ver partidos donde el frío es el protagonista; en 1967 los Packers vencieron a los Cowboys en la Bowl del Hielo con temperaturas que llegaron a los 43 grados bajo cero.