Marion Jones culpable: seis meses a la cárcel
La laureada atleta norteamericana pasará al menos cinco meses en una cárcel de mínima seguridad después de que un juez la culpara de mentir al FBI sobre su consumo de esteroides en Sydney y de no colaborar con la justicia en el asunto del fraude de los cheques bancarios.

El juez federal Kenneth Karas, de White Plains, Nueva York, no tuvo ayer compasión cuando Marion Jones le pidió clemencia para que sus hijos no pagaran sus errores. Ni tampoco se inmutó cuando la atleta olímpica se puso a llorar y buscó el cobijo de los hombros de su esposo antes de escuchar las palabras del magistrado: seis meses de cárcel, 400 horas de servicio comunitario y dos años de libertad condicional.
La atleta deberá entregarse a las autoridades de Austin, Tejas, antes del 11 de marzo para cumplir, al menos, cinco meses de su condena en una cárcel de mínima seguridad. Roger Cossack, el analista legal jefe de la cadena deportiva ESPN, dijo que nadie piense que Jones estará de vacaciones en prisión. "Una cárcel de mínima seguridad no es un gimnasio o un club golf. Nadie quiere estar entre rejas y no podrá ver a sus hijos cuando quiera, ni a su esposo, deberá levantarse a una hora obligatoria, cumplir sus labores de limpieza y trabajo, apagar la luz cuando se lo digan y dormir en una cama de cemento".
El juez se dirigió a ella y leyó la sentencia: "Mentir a los agentes del FBI es un delito serio y usted lo hizo en dos ocasiones, al menos, en el año 2003. Además sabía muchas cosas que se negó a contar en un principio a las autoridades sobre el fraude bancario con cheques falsos en California. Los atletas son figuras públicas y quiero que con esta sentencia entiendan que deben siempre respetar la ley y responder a los más altos estándares de limpieza en el deporte y de servicio a los admiradores más jóvenes que tienen. Ya sé lo importante que es para ustedes competir y ganar, pero no se puede ganar a cualquier precio".
Jones se había dirigido antes al tribunal para leer su declaración escrita: "Que mis dos hijos no sufran las consecuencias de mis errores. Ellos no deben pagar mis errores y mis malas decisiones. No me separe de ellos". Pero el juez Karas ni se inmutó.
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La sentencia de cárcel pone fin a los tres meses más duros de la vida de Jones, que en octubre pasado reconoció que había tomado esteroides antes de los Juegos de Sydney. El COI le retiró las cinco medallas que obtuvo en Australia, ella anunció su retirada del atletismo, perdió el dinero de sus patrocinadores y varios de sus acreedores le demandaron ante los tribunales para recuperar dinero, joyas, coches y su casa. En noviembre de 2003, Jones mintió a los investigadores que seguían la pista de varios documentos encontrados en el laboratorio Balco, en los que aparecía su nombre y el de su antiguo compañero sentimental, Tim Montgomery, que ha sido apartado del atletismo de por vida por tomar anabolizantes.
Al salir del juzgado, Marion dijo a los medios: "Estoy decepcionada, pero igual que estuve ante ustedes cuando ganaba, también ahora quiero dar la cara. Respeto la decisión del juez y espero de corazón que la gente aprenda de mis errores".