Macarena Aguilar resultó imparable

Mientras le funcionaron sus pilas alcalinas jugó a un ritmo infernal, pero a los cuarenta minutos Japón ya estaba fundida, y las ideas se le empezaron a nublar hasta terminar fulminada por una España que en la segunda mitad impuso su superioridad física con una ecuación simple: controlada la zurda Aiko Hayafune (12 goles), con la defensa más sólida, Aitziber Elejaba comenzó a parar, con lo cual hubo opciones de contragolpe, de jugar frente a defensas no formadas y con Macarena Aguilar (12 goles) destrozando a la defensa nipona con sus penetraciones, aprovechando los bloqueos o bien en acciones individuales.

El resultado, sin embargo, no refleja lo que sufrió España para garantizarse el pase a la segunda ronda en Dijon. Estaba obligada a ganar para convertir el choque ante Hungría, una de las favoritas, en menos importante; por eso en la primera parte acusó los nervios ante el vendaval japonés.

Cuando España se asentó, con las Fernández, Begoña y Beatriz, muy sólidas, desapareció el pánico y todo fue más sencillo.