Castillejo: KO a Carrera y a por el noveno mundial

Javier Castillejo tenía una cuenta pendiente con Mariano Carrera. Era cuestión de ventilar una afrenta de honor sobre el ring. Y la revancha se saldó con un fantástico KO en el sexto asalto, en el Hohenstaufenhalle de Göppingen, en Alemania, en el país donde vivió El Lince cuando sus padres emigraron y donde ha encontrado últimamente unas oportunidades que no se le ofrecen en España. Ahora, Castillejo peleará por el título mundial del medio (WBA) frente a Sturm. Con 39 años, la chispa sigue encendida.

El español estaba deseoso de vengar la trampa que el argentino, 12 años menor, utilizó para ganarle el 2 de diciembre pasado, cuando le derrotó en el undécimo asalto por KOT a pesar de que Carrera recibió duras manos. Se había dopado, había ingerido clembuterol y, en una decisión inexplicable de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA), sólo fue sancionado con cuatro meses. Además, el árbitro panameño Guillermo Pineda puso el resto para que todo acabara mal para el madrileño.

Había ingredientes, pues, para llegar con demasiada ansiedad, con exceso de ardor por cobrarse la revancha. Pero Castillejo ha sido ocho veces campeón del mundo, no es un cualquiera. Salió tranquilo, consciente de que debía ser él el que llevara el peso del combate, tomando el centro, picando abajo para ir sacando el aire que salvó al argentino en el anterior compromiso, cuando a pesar de tragarse andanadas no aflojó. ¿Producto de los anabolizantes? El caso es que esta vez Carrera, que tuvo problemas para dar el peso, se vio abrumado por el trabajo del español.

"¡Tiene para tres asaltos, está tirando lo que tiene!", le tranquilizaba su preparador, Ricardo Sánchez Atocha, desde la esquina. En el segundo round, directo de derecha duro. En el quinto, nueva llegada con la diestra al rostro de Carrera en el último segundo que clava la rodilla en la lona. El trabajo estaba hecho y sólo había que rematarlo. Fue a continuación, cuando con dos ganchos de izquierda Castillejo hizo saltar la protección de su rival: KO. Felix Sturm, que lo vio desde las sillas de ring, tomaba nota. Castillejo está muy vivo y quiere otro Mundial. "¡Arriba el boxeo español!", gritó a la cámara. Él sigue manteniendo viva la débil llama.