La frágil Henin, frente al músculo y los centímetros

Tenis | Sony Ericsson Championships

La frágil Henin, frente al músculo y los centímetros

La frágil Henin, frente al músculo y los centímetros

sony ericsson championships / hugo boss

El Madrid Arena acoge desde hoy el Masters femenino. La belga Justine Henin, vencedora este año en Roland Garros y el US Open, defiende título en la última edición en la capital de España, ya que en 2008 se trasladará a Doha. Serena Williams, de vuelta a la élite, anima el torneo.

En un mundillo en el que el glamour va unido al deporte, en el que la WTA -el organismo que rige los destinos del tenis femenino- fomenta este juego para realzar su producto, la reina del baile no es la mejor embajadora de esta idea. Es Justine Henin. Esa jugadora chiquitita (1,67 m.) que ven en la foto de arriba rodeada por dos bellezas rubias de piernas inabarcables, Maria Sharapova y Daniela Hantuchova. Esa chica con cara de no haber roto un plato, aspecto frágil y poca afición por los focos que no sean los de las pistas es la campeona, la mejor tenista del año. La chica que defiende el título del Sony Ericsson Championships, el Masters femenino, que arranca hoy en el Madrid Arena.

"Ha sido un año muy difícil, pero me he mantenido muy positiva. Muchas cosas han pasado en mi vida y han reforzado mi juego y mi tenis más que el año pasado. Esta es mi mejor temporada", contó ayer. Tiene sólo 25 años, pero comenzó 2006 saltándose el Abierto de Australia porque acababa de separarse de su marido, la tabla a la que se había agarrado para olvidar de una vez por todas la muerte de su madre con 11 años debido a un cáncer y las malas relaciones con su padre que le obligaron a emanciparse muy pronto.

Golpe.

La frágil Henin volvía a ser golpeada por la vida, pero supo plantarle cara y atacarla con su revés. Este año ha ganado los títulos de Dubai, Doha, Varsovia, Eastbourne, Toronto, Stuttgart, Zúrich, su segundo US Open y su cuarto Roland Garros. Sólo ha perdido 4 de los 62 partidos que ha jugado. Eso sí, dos de ellos fueron ante jugadoras que también están en Madrid: Serena Williams y Svetlana Kuznetsova. Dos tenistas de músculo, de golpes poderosos.

La extravagante estadounidense, que arrancó el año en el puesto 95 del ranking y parecía perdida para el tenis, es una de las caras nuevas en el cartel de este año en Madrid. Amelie Mauresmo, Elena Dementieva, Nadia Petrova y el ídolo caído Martina Hingis no consiguieron repetir clasificación y Clijsters se ha retirado y han sido sustituidas por dos serbias, Ana Ivanovic y Jelena Jankovic, la rusa Anna Chakvetadze, la eslovaca Daniela Hantuchova y la propia Williams, que hincha sus anchas espaldas y ríe cuando se le recuerda a Henin: "Es divertido, me gusta que esté en mi mismo grupo". Palabras que suenan a amenaza y a revancha, porque entre ellas hay rencillas antiguas y este año la belga fue su verdugo en Roland Garros, Wimbledon y el US Open.

Ellas comparten grupo y tendrán que cruzarse, con permiso de Jankovic, que este año lleva un maratón de 94 partidos, con las dos primeras del grupo rojo en semifinales. En él está Svetlana Kuznetsova, que quiere acabar como número dos del mundo (Jankovic e Ivanovic tienen opciones de superarla), y advierte, con su español aprendido en Barcelona, que cuando tiene el día entonado juega "un huevo" y que viene "mejor preparada que nunca". Tendrá que soportar los cañonazos que le vendrán desde tres torres: Ana Ivanovic, Daniela Hantuchova y Maria Sharapova. La rusa, que el año pasado alcanzó las semifinales, arrastra una lesión de hombro que puede condicionar su servicio. Por todos los lados hay muchos centímetros, mucho músculo... Menos en Henin, una extraña monarca para el reino del tenis glamouroso.

Estreno de Sharapova

Maria Sharapova y Daniela Hantuchova aseguran hoy espectáculo y decibelios. Las dos acostumbran a gritar al golpear la bola y en Wimbledon todavía se recuerda su exhibición de 2004. Antes, la campeona abrirá el torneo contra la debutante Chakvetadze.