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Rugby | Mundial de Francia

Wilkinson forja el mito del indomable del rugby

Lesionado en 38 de los últimos 48 meses, patea 450 drops a la semana

<b>DIESTRO DE MANO, ZURDO DE PIE. </b>El jugador más competitivo e influyente de la historia del rugby ha forjado su leyenda trabajando su condición de ambidiestro.
afp

Phil Wilkinson define a Jonny como "un chico tenaz". Phillipa, su mujer, como un "terco". El matiz lo explica que su madre nunca quiso que siguiera la afición de su padre, centro del Alton de Surrey. De hecho nunca ve los partidos, llama a Phil al final y le pregunta si Jonny está bien. Mientras Jonny lograba el drop que hizo campeona a Inglaterra, ella compraba manzanas en un supermercado. Siempre prefirió deportes como el tenis.

Phillipa llevaba a Wimbledon a sus hijos a ver tenis en las pistas exteriores, las baratas, cuando Boris Becker comenzaba. Cuando Jonny jugaba al tenis con su hermano en el patio, Mark simulaba ser Becker y Jonny, Agassi o Miroslav Mecir.

En casa de los Wilkinson hay una fotografía de Jonny con Becker. Está cerca de otra en la que no aparece Wilko y reza: "Para Johnny (con h) con afecto de MJ". El tal MJ es el mismísimo Michael Jordan. Jonny y su terquedad, o tenacidad, convencieron a su mánager, Tim Buttimore, amigo de Daley Thompson, para que pidiera al decatleta que intercediera ante Jordan. Se salió con la suya. Su abuelo Phil llevaba a Jonny y a Mark a ver al Norwich City en el Boxing Day, pero a Jonny le tiraba más el rugby.

Wilko es zurdo de pie y diestro de mano. Su padre lo descubrió y potenció desde muy temprano el desarrollo de ambas piernas en el pateo. Jonny ha mejorado su coordinación practicando ante la batería de Mark, aunque su instrumento es la guitarra. La música es vital para él. Probó a abstraerse del ambiente en el pateo canturreando canciones, hasta que Dave Alred, su técnico, le descubrió un truco. Jonny ahora visualiza a una señora sentada en una silla tras los palos, algo que le ayuda a visualizar palos. La señora, bautizada como Doris, llegó a la vida de Wilko en 1998. Ahora Alred integra una técnica oriental para ganar diez metros en su maltrecha patada (ha pasado 38 de los últimos 48 meses lesionado).

El tímido Jonny maneja una teoría sobre su popularidad con las mujeres: "Antes del drop las chicas no revoloteaban a mi alrededor, así que no es por mi belleza". Pero si quieres cortarte el pelo a lo 'Wilkinson', en Saloon 66, Newcastle, Ian Morrison lo hace por 12 libras. Disfruta con sus amigos, entre ellos Chris Martin, líder de Coldplay, un fijo en su ipod junto a The Verve y Artics Monkeys. Sólo lee en las concentraciones los libros que le envía Steve Black, Blackie. Ex boxeador que hace las veces de confesor, amigo y preparador físico. En el pasado Mundial leyó dos novelas policíacas de Michael Connelly: Angel's Fight y The Black Ice.

Wilkinson se queda a patear después de cada entrenamiento, como hacía Drazen Petrovic. 20 drops con cada pierna (5.000 al trimestre) y luego desde seis posiciones estratégicas. Debe anotar desde las seis para irse. Con 17 años estuvo cinco horas hasta que lo logró. ¿Tenaz? ¿Terco? "Y así cuando el corazón te martillea el pecho, la boca se te reseca y los nervios se agarran el estómago, estás preparado". Es el momento decisivo, el Momento Wilkinson. Ese para el que el indomable Jonny lleva trabajando años, "porque nada es fruto de la casualidad".

Jonny jugará lesionado la final

Wilkinson ha encendido las alarmas en Inglaterra al revelar en su columna en The Times, que lleva dos noches sin dormir: "No suelo tener problemas para dormir, pero la noche después del partido apenas he podido dormir una hora. Las rodillas me arden y me duele el estómago y la espalda. La noche del domingo tampoco he dormido mucho. Las molestias remiten lentamente". Pase lo que pase, Wilkinson jugará el sábado la final ante Suráfrica.