"Cada día que pasa voy un pelín mejor"

Rafa Nadal

"Cada día que pasa voy un pelín mejor"

Nadal no quiere mirar más allá de primera ronda, previsiblemente frente Baghdatis: "El miércoles ya veremos si volvemos a Mallorca o nos quedamos".

Lleva en Madrid desde el miércoles entrenándose a un nivel fuerte, ¿cómo se siente?

Bueno, no es lo mismo entrenarse que jugar, es mucho más duro. Todo se verá cuando salga el miércoles a la pista, pero los dolores se han ido.

¿Qué hizo tras regresar del US Open?

Pasé tres días en casa sin hacer nada. Visité al médico, con las rodillas muy inflamadas, y me diagnosticó una tendinitis aguda. Así que descansé entre Ibiza y mi casa, me entrené muy suave una semana, luego otra un poco más fuerte y la tercera ya en Madrid.

Apunta que lo importante es coger ritmo y de primeras le toca Baghdatis (que aún debe superar a Pavel).

En un Grand Slam con un cuadro de 128 jugadores puedes tener más suerte, pero aquí están los 48 mejores del mundo. Y ha caído Baghdatis, que es de los difíciles.

En porcentaje, ¿cómo cuantificaría su nivel físico y de tenis actualmente?

Es difícil hacerlo sin competir. Tengo tres días más para coger un ritmo que me está costando adquirir, incluido mañana que jugaré el dobles con Feliciano. Voy cada día un pelín mejor y de físico me encuentro bastante bien, aunque hay que esperar a hacer un esfuerzo de verdad. El miércoles saldré a la pista a darlo todo y ya veremos si nos volvemos a Mallorca o nos quedamos aquí. Lo que quiero es poder jugar con garantías.

Berdych va por su lado (podrían verse en cuartos). ¿Qué queda de la polémica del año pasado, del gesto que hizo tras ganarle?

No queda nada. Está cerrada. Si hasta iba a jugar el dobles con él en Bangkok. Es un jugador peligroso, pero no miro más allá de la primera ronda.

Animará mucho la lucha por clasificarse para el Masters de Shanghai. Usted que ya tiene plaza, ¿cómo lo ve?

Ojalá estemos todos los españoles. Ferrer casi tiene ya el billete y Robredo cuenta con opciones y la confianza de ganar en Metz. Moyá lo tiene difícil, pero también está muy cerca.