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Polideportivo | Rugby. Mundial de Francia

Argentina se encomienda a 'Furibundo' Ché Guevara

El mítico revolucionario fue también jugador de rugby

<b>EN MEMORIA. </b>Los Pumas quieren honrar el recuerdo de Ernesto Ché Guevara, asesinado hace 40 años.
reuters

Agustín Pichot, actual medio melé de Argentina y mito del rugby, venera a personajes de la historia como Napoléon, Churchill o su compatriota Ernesto Ché Guevara, de cuyo asesinato se cumplen el próximo miércoles 40 años.

Pero Guevara, además de un icono libertario, fue un apasionado del rugby, un jugador conocido en las ligas regionales de Buenos Aires y Córdoba. El Ché tenía un alter ego rugbístico: Furibundo Serna. Lo bautizó así, "por su forma de jugar", Alberto Granado, su primer entrenador. Y Argentina quiere honrar el domingo la memoria de Furibundo y encomendarse a él para lograr por primera vez en su historia el pase a semifinales. "El Ché amaba el rugby, era uno de los nuestros", proclama Pichot.

Ernesto entabló relación en Córdoba con los hermanos Granado. Alberto, el mayor, le dio "una chance porque tenía asma y la gente lo rechazaba tras quedarse varias veces duro en medio del campo. Pero como yo también fui discriminado por petiso y flaco, le acepté. Luego surgió lo de Furibundo Serna (que se acortaría en Fuser)". El Ché jugó en Estudiantes de Córdoba, club escindido de El Tala, en la actualidad uno de los más poderosos de la provincia. Corría el año 1942. Meses después la familia se trasladó a Buenos Aires y su padre, don Ernesto Lynch, fundador del San Isidro Club en 1935, le inscribió para jugar allí en el Reserva. Su cuñado, Martín Martínez Castro, el presidente, le dio la mala noticia: "Los médicos han dicho que el rugby es un deporte suicida porque tu corazón no lo aguantaría". Entonces Ernesto, o sea Furibundo, dedicó a su padre aquella histórica frase del rugby: "Viejo, me gusta el rugby y aunque reviente voy a seguir practicando". Cada quince o veinte minutos salía de la cancha, se aplicaba el inhalador y regresaba al juego. Furibundo era el único tres cuarto que jugaba con casco, accesorio habitual de los segundas y terceras. Tras la negativa del SIC militó en el Yporúa Rugby Club, que después pasaría a llamarse Atalaya Polo Club. Y en 1951, nueve años después de comenzar en el Estudiantes, colgó las botas y promovió la fundación de la revista de rugby Tackle (placaje).

El domingo Furibundo Serna estará en la memoria de Argentina. Especialmente en la de su discípulo Pichot y de Longo.