Rugby | Mundial de Francia
Los pesos pesados de Gales se cargan al técnico Jenkins
Ya habían echado a Ruddock
Sobre las luchas de poder que gobierna el vestuario de la selección de Gales de rugby podría escribir una tesis Mike Ruddock, el hombre que tras llevar a los dragones a la conquista del Grand Slam fue destituido por la presión ejercida por los pesos pesados. Ayer le tocó el turno a su sucesor, Gareth Jenkins, seleccionador que se marcha con un balance de seis victorias, un empate y 13 derrotas, la última ante Fiyi, la que le costó a Gales la eliminación del Mundial.
Jenkins manifestó a la conclusión del choque que tenía la intención y las ganas para seguir, algo que no parecen compartir las vacas sagradas del vestuario. Gente como Gareth Thomas o Stephen Jones, que acudieron al rescate de su selección desde el banquillo en el encuentro inaugural ante Canadá en el que los británicos se complicaron la vida al descanso (12-9).
Caprichosos.
Pero en Gales los históricos se han cansado de sus jugadores y han cargado contra ellos. El ex capitán Ieuan Evans ha sido contundente: "Hay una cultura de complacencia con los jugadores, con sus opiniones y sus gustos. Así no vamos a ninguna parte". El legendario Jonathan Davies también se ha manifestado en esa línea: "Los dos últimos seleccionadores no han sido capaces de gobernar ese vestuario. Algo pasa ahí adentro. Lo fácil es echar al seleccionador. Todos, incluidos jugadores y federativos deberían analizar su parte de culpa".
Y O'Sullivan se niega a dimitir
Otro seleccionador muy criticado tras su eliminación, el irlandés Eddie O'Sullivan, ha dejado claro que sigue: "Tengo ánimo para seguir y llevar a esta selección a lo más alto. La Federación trabaja en ciclos de cuatro años y debe fijar los objetivos para el próximo. Yo quiero seguir".