Su secreto: el diente del tiburón tigre del Caribe

Con nueve años, Samuel Sánchez (Oviedo, 5-2-1978) disputó su primera carrera, con el maillot del equipo de José Manuel Fuentes, Tarangu, y la ganó. En infantiles, en cadetes, en juveniles y en aficionados, siempre había sido un ganador nato. Pasó a profesionales y empezó a coleccionador segundos puestos, hasta que en la Vuelta a España 2005, en la cima de La Bien Aparecida (Cantabria), su suerte cambió. Probablemente habría sido otra vez segundo, pero el colombiano Ardila se confundió y levantó los brazos cien metros antes de meta, bajo la pancarta de la montaña. Y Samuel ganó. "Llevaba cinco años esperando este momento para dedicar este triunfo a la memoria de mi madre (Amparo González)".

A partir de entonces todo cambió. Samuel recuperó su olfato de depredador y empezó a brillar hasta en las grandes clásicas de Bélgica, Italia y Suiza. En esta Vuelta ha llegado su apoteosis, tres etapas, una bajando (Granada), otra subiendo (Abantos) y ayer, en contrarreloj. Y para postre, hoy se subirá por primera vez en su carrera al podio de Madrid.

El día en el que ganó en Granada, Samuel casi pierde un colgante en el descenso (se lo dio a un cámara para que se lo guardara) y luego tuvo que desvelar su secreto: "Es un diente de tiburón tigre que me trajo mi cuñado del Caribe. Desde que me lo puse empecé a ganar carreras". Ya lo sabes Ardila, te llevaste el primer bocado.