Polideportivo | Rugby. Mundial de Francia
La 'Chabalmanía' salta del rugby a la publicidad
Negocia cinco contratos y ya tiene su propio guiñol
Soy un fan incondicional de Sebastien Chabal. Es un jugador que dignifica el rugby, que honra este deporte, un tipo con un corazón tan grande como su imponente físico". Este elogio procede de un icóno del rugby, quizás el mayor tras el mediático Jonah Lomu, el inglés Jonny Wilkinson. Wilko conoce bien a Atila con quien se ve las caras, lesiones mediante, en el Seis Naciones y en la Guinness Premiership.
Crack publicitario.
Carine Rossigneux, agente de Chabal, negocia en estos momentos "cinco grandes contratos publicitarios. Dos de productos alimenticios, una marca de coches, un perfume... Algunas son empresas multinacionales como La vaca que ríe, Kellog's o Cadbury". Contar con Chabal en un anuncio cuesta 200.000 euros. De momento, Atila ya se ha hecho tan popular que tiene su propio guiñol. Y todo pese a que la Chabalmanía se encuentra aún en fase embrionaría.
El Hombre de las Cavernas o de Cromagnon, como también se le conoce, fue suplente ante Argentina y una de las estrellas del triunfo de Francia ante Namibia (87-10). Cartucho, apodo justificado por sus devastadores placajes, anotó dos ensayos, el segundo tras recorrer 50 metros y eludir dos placajes namibios. En estos momentos hay un debate abierto entre técnicos sobre su aportación al juego. Sus valedores son Sella, Maso y Laporte. Entre sus detractores, una nómina interminable.
Con su 1,92 y 113 kilos no pasaría de ser un delantero más, pero su barba y su larga melena le han otorgado el cartel de estrella mediática por su peculiar look. Los All Blacks Chris Masoe y Ali Williams son las últimas víctimas de sus terroríficos placajes y ya hay apuestas sobre quién será el próximo: ¿O'Connell? ¿O'Driscoll? Mañana Chabal vuelve a salir de cacería...