Sastre: "Ahora tendré que correr a la contra"

Hoy, la Vuelta discurrirá por la Sierra de Gredos. Mijares y Navalmoral son las dos principales dificultades de una etapa que Carlos Sastre, natural de Leganés, pero vecino de Ávila, conoce como la palma de su mano. Son las carreteras por las que lleva años entrenándose. "Y como conozco bien el terreno, puedo pronosticar que la carrera va a estar muy controlada. El último puerto queda a más de treinta kilómetros de la meta y seguro que antes se habrá formado una escapada. Es complicado que se pueda mover la carrera de cara a la general. Habrá que esperar a la subida a Abantos".

Última oportunidad.

Este puerto cercano a El Escorial es por tanto la última oportunidad del líder del CSC, quien está un poco escarmentado de cómo se está desarrollando la Vuelta. "Es difícil de entender que cuando yo ataco todo el mundo salta para contrarrestarme y cuando lo hace cualquier otro, nadie se mueve. Estoy cansado de que otros se aprovechen de mi trabajo. A partir de ahora tendré que correr a la contra. Cuando otros ataquen responderé. Yo también sé correr reservándome para ganar la etapa".

Pese a todo, Sastre no puede ocultar que tiene bastantes ilusiones puestas en la etapa de Abantos. Quizás no tantas como para destronar a Menchov, pero al menos para ganarse un puesto en el podio. "En Monachil pude observar como Evans y Efimkin perdían contacto, los dos al mismo tiempo, en el último kilómetro de ascensión. Luego enlazaron pronto en el descenso. Pero en Abantos no hay descenso, se llega arriba y eso me da más oportunidades para restarles tiempo".