"¿Por qué no puedo ganar la Vuelta? Soy el segundo, ¿no?"

¿Cree que puede tener alguna posibilidad de ganar la Vuelta?

¿Por qué no? Todo es posible. La carrera no se termina hasta que lleguemos a Madrid. Siempre puede darse alguna circunstancia que me ayude. Ahora mismo soy el segundo en la general, el mejor situado para aprovechar cualquier contingencia. Mi suerte es que estoy apoyado por un gran equipo. Aunque el de Menchov también es muy bueno.

Es decir, que Menchov no es imbatible.

Nadie lo es, pero la verdad es que Denis está muy fuerte, es un corredor mucho más experto que yo, es mejor escalador y, si llegamos así, veo imposible recuperarle los dos minutos que me saca en la contrarreloj. A todo el mundo le gusta ganar. Pero ahora mismo el segundo puesto es bueno. Y ahí estamos para lo que pueda pasar.

¿Se lo puede quitar Evans?

Le aventajo sólo en 27 segundos en la general. En la contrarreloj de Zaragoza me sacó un minuto y dos segundos, pero eran 52 kilómetros y la última crono es sólo de 20. Me puedo defender mejor. Pero todavía pueden cambiar las cosas de aquí a ese día, quedan etapas difíciles, sobre todo la de Abantos. Sastre y Samuel Sánchez tampoco están tan lejos de la general.

¿Qué significaría para usted subir al podio en Madrid el próximo domingo?

Sería muy importante. Me confirmaría que puedo ser un buen corredor para grandes vueltas, que son las que me gustan. No sé si lo lograré, pero en todo caso, estoy aprendiendo mucho en esta carrera. Soy joven y todavía puedo progresar.

Su hermano gemelo Alexander ha fichado por el Quick Stick. ¿Está ya más tranquilo con su situación?

Pues sí. Habría sido muy injusto que se quedara sin poder correr.

Y si el año que viene se escapa Alexander y Unzué le manda neutralizar la fuga. ¿Qué hará?

No sé (duda unos instantes). Haré lo que sea bueno para los intereses míos y de mi equipo.