Ciclismo | Vuelta a España
Ezequiel Mosquera, un debutante de 31 años
El ciclista revelación ha trabajado en un aserradero
Esta no es una Vuelta cualquiera, la corre Ezequiel Mosquera", se pudo leer en Arramallosa (Coruña) al paso de la carrera. Era el aserradero de la familia del ciclista revelación de esta Vuelta, quinto clasificado en la general. "Trabajé en él hasta los veinte años. Mi padre, mi hermano, mi tío y mis primos siguen en él. Hacen listones, cajas para fruta Es un trabajo muy duro, desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche", cuenta Ezequiel Mosquera (19-11-1975, Cacheiras, Coruña).
A dos meses de cumplir los 32 años, Ezequiel debuta en la Vuelta a España. Su caso es peculiar. "Montaba en bici, pero hasta los 19 años no me federé. En mi segunda carrera me caí y me rompí el codo, así que tardé un año más en competir". Pasó a profesionales en 1999 y estuvo seis años corriendo en equipos portugueses. "Gracias al ciclismo portugués estoy aquí, yo y otros muchos gallegos, como Pereiro. Por suerte ahora las cosas están mucho mejor para los ciclistas gallegos".
En el 2005 pasó al Kaiku, pero el equipo no fue invitado a la Vuelta y en el 2006, pasó lo mismo con el Comunidad Valenciana. Este año, en el Karpin-Galicia "Por fin he podido correr la Vuelta a España. Ya pensaba que me tendría que retirar sin conocerla. Y encima, en un equipo gallego, la carrera sale de Galicia y voy quinto en la general. Es como un sueño".
La trayectoria de Mosquera por equipos muy modestos le ha mantenido, como él mismo reconoce, "en el anonimato". "Me he dado cuenta de lo que significa la Vuelta por la cantidad de gente que me ha llamado. Hasta ahora nadie se enteraba de mis resultados". Tampoco es que fueran muy destacados. Mosquera no es un ganador, sólo tres triunfos en su palmarés, pero sí un corredor duro y regular, bueno para clasificaciones generales.
En abril, cuando Álvaro Pino, su director, supo que no iba a poder contar en la Vuelta con Eladio Jiménez, Marcos Serrano y Nozal, por la Operación Puerto, le dijo a Mosquera que ya no iba a correr más en lo que quedaba de año hasta la Vuelta, que la preparara bien. "Venía con la ilusión de meterme entre los diez primeros. Ir quinto supera mis expectativas. He estado mejor de lo que pensaba, sobre todo en la contrarreloj".
Ahora su preocupación es que no sabe si aguantará. "Nunca he corrido más de catorce días seguidos. No sé cómo responderé". Y por eso se muestra cauto. "No pienso en el podio, sino en intentar agarrarme a este quinto puesto".