"Hace mucho que buscaba ganar una etapa en mi tierra"

Ha ganado ante su familia y sus paisanos. ¿Un triunfo especial?

Desde luego. Es una victoria muy buscada. Cada vez que he estado en la Vuelta he perseguido ganar una etapa en Cantabria, pero o era muy dura o siempre terminaban con una escapada. Hoy también era un recorrido propicio para las fugas y las ha habido, pero la suerte es que el viento ha dado de cara y además mi equipo ha hecho un gran trabajo para que todo terminara en un sprint.

¿Tuvo más nervios que de costumbre?

Cuando llega un sprint siempre estás nervioso. Todos queremos coger la mejor posición. Esta vez ha sido diferente al lunes. A Luarca llegué muy fuerte y me quedé con las ganas. Y aquí iba más bien justito y todo se me dio de cara. El sprint es así, hay que tener un poco de fortuna y no siempre gana el mejor.

¿Fue clave que tomara la curva por la derecha?

Sobre todo por la posición que entré en la última recta. Se me había colado Bennati y trazó la curva mejor que yo, pero me fijé que el viento daba de izquierda a derecha y yo me quedé como el más resguardado de todos. La experiencia siempre cuenta.

Cuatro sprints y ni Boonen ni Petacchi. ¿Extraño?

No tanto, porque eran recorridos muy duros. Petacchi sí se metió en la primera etapa, pero falló.

¿Le compensa este triunfo por el que se le escapó en Luarca?

Las carreras que pierdes ya no vuelven, pero no me puedo quejar. En cuatro sprints, dos primeros y dos segundos.

Casi tiene ya seguro el maillot por puntos. ¿No le hace replantearse el llegar hasta Madrid?

No, no es para mí una obligación ganar la regularidad. Esto no cambia mis objetivos, que son también los de no acabar la carrera para poder preparar bien el Mundial.

¿Veremos a su hijo Marcos subir también al podio de Stuttgart?

No lo sé. Estoy haciendo una buena temporada y ahora me siento muy fuerte. Yo creo que podré mantener este buen momento hasta el Mundial, pero nunca puedes tener la certeza.